La ampliación de La Esfinge, un proyecto con el que el muelle Nelson Mandela encara su cuarta fase para llegar hasta los 1.200 metros de línea de atraque. Tras varios meses de retraso por los recursos administrativos y por los escollos burocráticos, la obra avanza despacio, como un iceberg, con toneladas de piedras que se depositan en el fondo del mar a cada rato.