"Yo no abandoné a mi madre, pero la administración sí": el drama en los hospitales de Canarias

Una hija cuenta que no tiene medios para pagar una residencia privada y llevan dos años esperando por una plaza pública para la anciana, que no puede moverse

"Yo no abandoné a mi madre, pero la administración sí": el drama en los hospitales de Canarias

Familias que tienen a sus seres mayores en hospitales públicos, a pesar de contar con el alta médica, porque esperan una plaza en una residencia, han decidido alzar la voz contra el estigma de ser acusadas de abandonar a sus seres queridos. Un caso emblemático es el de la madre de María, quien lleva cinco meses en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) a la espera de una plaza sociosanitaria que han solicitado durante dos años sin obtener respuesta. A pesar de contar con ayuda a la dependencia, no tienen recursos económicos para costear un centro privado.

La madre de María se encuentra en una situación denigrante, atendida pero sin disponer de una habitación, según ha contado a los micrófonos de SER Canarias. Esta familia ha tomado una decisión dolorosa al dejarla en el hospital debido a la falta de medios para cuidar de ella. Quieren desmitificar la idea de que las familias abandonan a sus seres queridos por capricho, ya que, en este caso, la realidad es que carecen de los recursos necesarios para costear una alternativa privada y poder seguir trabajando.

La situación se agrava al ser acusadas injustamente de abandonar a su familiar en el hospital. La madre de María lleva desde mayo ocupando una cama en el HUC a pesar de tener el alta médica. Este hecho se debe a la espera de dos años para conseguir una plaza en una residencia, y la administración no ha proporcionado soluciones. La familia ha buscado apoyo psicológico ante la angustia y la frustración de la situación.

María destaca que su madre no ocupa una cama como tal, ya que se encuentra en una zona de tránsito, separada de otros pacientes por cortinas. La familia hace todo lo posible para cuidar de ella, pero la falta de recursos y la condición de su madre hacen que no sea posible llevársela a casa. La situación es desgarradora, con la madre sin ver el sol desde mayo y la familia lidiando con las limitaciones del entorno hospitalario.