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Esta gente no llega en patera a nuestras costas ni es abandonada a su suerte en mar abierto, no podrán deshacerse de ellos tan fácilmente. Son blancos, tienen derechos

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Your app for finding a property in the Canary Islands! / Adae Santana

Meryem El Mehdati

Meryem El Mehdati

No hablemos de política en la mesa. En la zona de recogida de equipajes del aeropuerto de Gran Canaria, justo entre las cintas número trece y número catorce, hay un gran cartel luminoso de color verde (o de color amarillo, depende de a quién se pregunte) que reza «Idealista, your app for finding a property in the Canary Islands». Hay uno exactamente igual en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez, pero está escrito en español, ese. Últimamente sueño con la primera casa en la que viví de niña, un apartamento de una habitación en la cima de una colinita en Puerto Rico. El balcón daba a la carretera y a un supermercado de esos que antes había en los hotelitos, un 24H Minimarket justo en la entrada. Por aquel entonces yo no entendía de aquellas cosas, no sabía que en unos años desaparecerían el hotel y el minimarket y serían engullidos por el desarrollismo de los noventa. También desaparecería en cierta forma el Centro Comercial Europa y el centro comercial del centro vería nacer a cincuenta metros de donde está otra amalgama monstruosa de cemento y luces que se llamaría Mogán Mall. El taxista que me trajo del aeropuerto a casa me dijo: «Solo ves a guiris dando vueltas». No le contradije, es la verdad. En la mesa nunca se habla de política, no incomodemos a los comensales. En otra vida, yo solía esperar por la noche encaramada al balcón a que mi padre volviese de trabajar. Veía las luces delanteras de los coches reptando por las curvitas de la carretera arriba, arriba, y les juro que siempre era capaz de reconocer las del coche de mi padre. Solo me quedaba tranquila cuando le veía entrar por la puerta de casa. Ahora, más de veinte años después, mis padres viven cerca de Motor Grande, así que ya no hay balcones ni apartahoteles ni minimarkets de 24 horas. Puerto Rico ha evolucionado: ahora tenemos un Mercadona.

Ese cartel de Idealista es otra prueba más de que aquí y ahora nuestros amos son de piel que se torna rosa blandengue bajo el sol, las espaldas dobladas de nuestros vecinos de tanto cargar bandejas sobre las manos en los irish pubs. Cada pantalla de este videojuego es más difícil que la anterior, ¿le gustaría guardar la partida? Lo que está muerto no puede volver a morir. Aquí, aquí ya ni fingimos porque a ver a quién le puedes ver cara de tonto a estas alturas. A mí me parece bien admitir las cosas, ir de frente, siempre tuve una relación complicada con las mentiras. Una no tiene que esforzarse para recordar la verdad, vivir así es más sencillo. Diría que no conozco otros sitios en este país en los que el gobierno autonómico se meta en los inmuebles de la gente y les diga que no pueden vivir en ellos porque están en suelo turístico. Busqué el concepto «Suelo turístico» en Google para intentar informarme y solo me salieron alemanes y noruegos con los ojos como chernes y con el símbolo del euro en las pupilas, qué espanto. Por estos nadie se manifiesta diciendo que son maleantes que solo vienen a robar y que se vuelvan a sus países, no. Esta gente no llega en patera a nuestras costas ni es abandonada a su suerte en mar abierto, no podrán deshacerse de ellos tan fácilmente. Son blancos, tienen derechos. No, los buitres llegan aquí en aviones Boeing 787 y cuando ponen un pie en el aeropuerto les recibe un cartel gigantesco de Kalise y otro de Idealista instándoles a comprarse un dúplex. Miramos todo lo que queda al sur de nuestras fronteras por encima del hombro, cuando nosotros mismos nos hemos convertido en la tabernita de Europa. ¿Se acuerdan de cuando el acrónimo para Portugal, Italia, Grecia y España era PIGS? Éramos unos vagos que se merecían las consecuencias de la crisis de 2008 porque solo nos dedicábamos a la siesta y al flamenco. A mí no se me olvidan las caricaturas en la prensa internacional donde nos representaban como cerdos en un lodazal. ¿Alguna vez se ha preguntado cuál es el % de suelo turístico que hay en su localidad? Fin de la partida, ya no le quedan más vidas. ¿Desea reiniciar el juego?

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