Las familias se plantan contra el horario reducido en Infantil y Primaria

Confapa Canarias reclama a Educación que se ejecute la resolución de abril de 2023 que suprime adelantar una hora la salida de los colegios en junio de 2024

Escolares a la salida del colegio.

Escolares a la salida del colegio. / José Carlos Guerra

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

La decisión anunciada por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias de suspender de forma cautelar la Resolución de 4 de abril de 2023 de la Dirección General de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa en la que se suprime la jornada reducida para el mes de junio de 2024, ha levantado polvareda entre las familias, que lamentan no haber sido consultadas antes de tomar dicha decisión. Todas las federaciones insulares de ampas -asociaciones de madres y padres del alumnado – firman a través de Confapa Canarias un escrito en el que reclaman que se ejecute el acuerdo alcanzado el pasado curso que suprime adelantar una hora la salida escolar en Infantil y Primaria en junio de 2024, al tiempo que esgrimen toda un serie de argumentos que llevaron a tomar la decisión el pasado año de eliminar la reducción horaria, tales como la comida del alumnado y la conciliación familiar.

Contar con las familias

«Educación debe hacer exactamente lo que se aprobó el año pasado, y que está recogido en la resolución de 4 de abril de 2023, respecto a que la jornada escolar sea la misma desde septiembre hasta junio que es cuando termina el curso académico, porque hay horas lectivas de los profesores y no habría ningún problema para esa implantación. Además, es importante que cuenten con las familias cuando se vaya a tomar cualquier tipo de decisión, ya que todos formamos parte de la comunidad educativa», afirmó Pedro Francisco Gil López, presidente de la Confederación de federaciones de asociaciones de madres y padres de alumnado de Canarias, Confapa Canarias.

Por un lado, las ampas ponen el foco en la incidencia que tiene en la alimentación del alumnado el horario reducido, por el escaso margen que hay entre el desayuno de media mañana y la hora del almuerzo, dado que la reducción implica que el servicio complementario de comedor se preste una hora antes, a partir de las 12.30 o 13.00 horas, según el colegio.

Aula Enclave

«Desde la pandemia del covid, en algunos centros, la organización por turnos del comedor ya implica durante todo el curso escolar restar una hora lectiva al alumnado de Educación Infantil, el primero en acceder al comedor. En estos casos la reducción horaria supone que este alumnado entre al comedor antes de las 12.00 horas». Un problema que también afecta al alumnado de Aula Enclave, que hace el almuerzo dentro del horario lectivo, pues se considera materia curricular, de forma que hace el almuerzo a las 12.30 o a las 13.00 horas, y con el horario reducido esto pasaría a ser a las 11.30 o 12.00 horas».

También ponen sobre la mesa el problema que acarrea el cambio de horario en los estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), especialmente en el caso del alumnado TEA, «para los que la rutina, la adaptación y la flexibilidad, son cuestiones clave en su proceso educativo, por lo que se les debe tener especialmente en cuenta en el diseño de los horarios escolares».

Conciliación familiar

Por otra parte, desde Confapa Canarias hacen hincapié en los inconvenientes que la reducción horaria supone para la conciliación de las familias y para los servicios y actividades que, sin ser su competencia, organizan las ampas para poder facilitar la armonización entre los horarios laborales y escolares. «La conciliación se paga, no es gratuita, las familias deben abonar cada hora que el alumnado permanece en el centro en servicios de conciliación o actividades extraescolares que, en la mayor parte de los casos, organizan las propias familias. Por tanto, entendemos que el derecho de reducción horaria que tienen los docentes en Infantil y Primaria afecta negativamente a la organización familiar y también a su economía».

A este respecto, las ampas reclaman que el cumplimiento de los derechos laborales de los docentes y su derecho a la negociación de sus condiciones laborales no supongan un menoscabo de los derechos del alumnado y sus familias e, incluso, de su economía familiar.

Defensa de los derechos docentes

«Nosotros estamos a favor de los derechos sociolaborales de los profesores, sabemos que tienen una jornada laboral de 37 horas y media, y hacen horas lectivas de 18 a 20 horas. Y eso no supone ningún problema puesto que en junio ellos también están trabajando, y si hace falta, pues que esas horas se las quiten en julio, que prácticamente es inhábil, o los últimos días de junio ya que el colegio acaba el día 22 y del 22 al 30 pueden compensar esas horas», indicó Gil López, al tiempo que cuestionó una medida que sólo se lleva a cabo en Infantil y Primaria, «las etapas que más cuidados necesitan esos niños, que no pueden ir solos a casa».

Éxito educativo

En definitiva, las familias defienden un sistema en el que el alumnado y su éxito educativo sea el eje sobre el que pivoten todas las medidas organizativas, «y no entendemos en qué le beneficia que se reste una hora lectiva en un calendario escolar, al que de por sí ya le faltan horas para poder abarcar las programaciones didácticas de cada materia». Consideran que el cumplimiento de los derechos laborales de los docentes -«días de libre disposición, horario reducido, vacaciones...»-, no puede suponer un menoscabo de los derechos del propio alumnado, y en este sentido, denuncian que «las programaciones anuales no se cumplen, no se abarcan con garantías todos los conocimientos y competencias que el alumnado debería adquirir en cada materia y en cada curso, una de las posibles causas de los pésimos resultados de estudios como PISA. Y la razón es la falta de tiempo».

Ante ello, Confapa Canarias solicita a la Consejería de Educación que «se cumpla con lo acordado» y que el calendario escolar se base en criterios «que equilibren la salud y el éxito educativo».

Compromiso para 2024-2025

El consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, afirmó esta semana que la reducción de jornada en junio se va a mantener en este curso. «Es imposible llegar a un acuerdo antes, pero si es verdad que tenemos que ponernos manos a la obra para, de cara al curso 2204-2025, lograr ese acuerdo con el personal docente, no docente, con los sindicatos, con las madres y padres, y con los alumnos. Tiene que ser otro de esos acuerdos que van a primar en esta legislatura». Suárez recordó que la Resolución de 4 de abril de 2023 por la que se establece el calendario escolar fue pactada por el anterior gobierno, y que el actual equipo que él dirige en materia de política educativa, tiene el compromiso de llegar a un consenso con todos los miembros de la comunidad educativa, de cara al curso 2024-2025. | M. J. H.