La "pandemia" del corazón en Canarias: 200.000 laten a contratiempo por la fibrilación auricular

Los corazones de unos 200.000 canarios laten a contratiempo, a un ritmo desacompasado con el resto de su organismo que pone en riesgo su propia supervivencia. La fibrilación auricular es el tipo de arritmia más común entre la población isleña y aunque aún se desconoce en detalle los procesos que lo generan, los médicos siguen buscando la mejor forma de tratarla. Es así como ha llegado al Archipiélago una novedosa técnica quirúrgica, denominada ablación pulsada, que no solo permite curar al paciente, sino que también logra hacerlo sin apenas efectos secundarios y garantizando una recuperación rápida a los pacientes. 

El primer hospital en integrar está técnica en las Islas ha sido el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria que, desde principios de febrero, ya ha podido aplicar esta técnica en nueve pacientes. "Para todos ellos se han conseguido unos resultados muy favorables", asegura Luis Álvarez, uno de los especialistas responsables de la introducción de esta novedosa técnica terapéutica en las Islas. 

La fibrilación auricular es una alteración de la conductividad normal del corazón y se traduce en que las aurículas no se contraen adecuadamente y los ventrículos lo hacen de manera irregular y excesivamente rápida, impidiendo el normal funcionamiento del corazón. El factor que pesa más a la hora de sufrir una arritmia es la edad, pues a partir de los 50 años la posibilidad de sufrirla crece de manera exponencial. Sin embargo, los facultativos insisten en que también hay otros factores relacionados con problemas de salud cardiovascular (hipertensión, obesidad, diabetes o enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que pueden afectar a su aparición. Por esta razón, los facultativos insisten en mantener unos hábitos de vida saludables para llevar un control.

Hasta ahora los médicos disponían de técnicas basadas en el frío o el calor para reparar estos tejidos

Hasta ahora los médicos realizaban tan solo disponían de técnicas basadas en las energías térmicas (frío o calor) para reparar los tejidos cardíacos y así acabar con las arritmias. En concreto, hasta el momento han utilizado crioablación o radiofrecuencia para cicatrizar los corazones de los isleños. Está nueva técnica, sin embargo, hace uso de corrientes eléctricas para dañar a las células miocardiacas afectadas por la fibrilación auricular, lo que permite ser mucho más preciso y evitar efectos secundarios. "Esto permite no hacer daño a los tejidos adyacentes", explica Julio Hernández, jefe del servicio de Cardiología de La Candelaria, que admite que en estas prácticas suelen causar perjuicios a otros tejidos como el esófago o los nervios frénicos.

"Al sufrir menos daños los pacientes que salen de quirófano se sienten prácticamente igual que cuando llegaron y en pocas horas pueden volver a su casa", resalta Hernández. Por tanto, el uso de esta novedosa técnica también facilita que los pacientes puedan tener un alta precoz. "Esto también tiene un impacto en la saturación del hospital, ya que siempre tenemos una gran demanda de camas", insiste Hernández.

El 70% se cura por completo

La ablación pulsada garantiza unas tasas de curación muy altas, porque hasta el 70% en los pacientes que han sido tratados con ella no vuelven a sufrir arritmias. Pero es que, además, supone una mejora importante para todos los que se tratan con ella. "En el 99% de los pacientes que se enfrentan a este procedimiento se produce una reducción del número de arritmias que sufren y, cuando lo hacen, no la sienten igual", asegura Álvarez.

Pero no todas las personas que sufren fibrilación auricular pueden acceder, por el momento, a esta técnica quirúrgica. "En principio solo lo hacemos a pacientes con arritmias permanentes que se encuentran en estadios avanzados", asegura Álvarez. En concreto, para acceder a esta pauta terapéutica deben primero haber fallado todas las demás. Es decir, la medicación no priva a los pacientes de los síntomas asociados a esta patología.

Sin embargo, la técnica funciona tan bien que científicos y facultativos ya están evaluando la posibilidad de iniciar de forma precoz este tipo de ablación. "En el futuro creemos que tenemos que ser más agresivos y empezar antes, pues la ciencia ya nos dice que cuanto más precoces a la hora de establecerlo, mejores resultados obtenemos", insiste Álvarez. Por el momento se trata de una posibilidad que tendrá que corroborar la investigación.