¿Tienen las drogas psicodélicas cabida como tratamiento médico?

La ULPGC impulsa el conocimiento y el debate científico sobre el uso terapéutico de las sustancias alucinógenas, fundamentalmente en el ámbito de la salud metal

Profesores y alumnos en el curso de extensión universitaria sobre medicina psicodélica, en la Facultad de Veterinaria.

Profesores y alumnos en el curso de extensión universitaria sobre medicina psicodélica, en la Facultad de Veterinaria. / LP/DLP

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

La investigación en torno a los posibles beneficios para la salud mental de las sustancias psicodélicas, décadas después de haber sido declaradas ilegales, no ha hecho más que crecer. Australia se convirtió en 2023 en el primer país que permite recetar MDMA para estrés postraumático y psilocibina, presente en hongos alucinógenos, para tratar la depresión. Asimismo, los estudios científicos en Norteamérica y Europa han crecido de forma significativa en la búsqueda de alternativas a los actuales tratamientos en salud mental, cuyas limitaciones evidencian la necesidad de innovar en este campo. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) no es ajena a este debate, y de la mano de la Asociación Científica Psicodélica, imparte este mes el curso de extensión universitaria Medicina Psicodélica en el siglo XXI: Farmacología, toxicologia y terapéutica, en la Facultad de Veterinaria, dirigido por el especialista en Toxicología, Luis Alberto Henríquez Hernández, con el objetivo de no dejar fuera a Canarias del conocimiento que se está generando en torno a la innovación en salud mental con estos medicamentos, y tratar de fomentar e impulsar la investigación y la práctica clínica.

Respuestas con rigor

«La idea de hacer un curso de extensión universitaria abierto al público sobre la medicina psicodélica surge ante la necesidad de informar a la sociedad en el punto en el que están las investigaciones que se llevan a cabo en este campo. Esto no es un curso de apología del uso de las drogas, todo lo contrario, partiendo de la base de que estos tratamientos no son aptos para todos, es importante conocer de mano de los especialistas y con rigor científico, qué son, de dónde vienen, para qué se utilizaban, por qué se prohibieron, y por qué están otra vez en el tablero de los tratamientos, sobre todo para la enfermedad mental», indicó el profesor Henríquez sobre esta iniciativa que se imparte desde el 5 de febrero y culminará el lunes 26 con una mesa redonda de expertos.

Así, dicho curso, abierto no sólo a la comunidad universitaria, sino a la sociedad en general, pone sobre la mesa el conocimiento científico que existe actualmente sobre el uso medicinal de las sustancias psicodélicas, principalmente en el tratamiento de la depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación, TOC, estrés postraumático, adicciones... Para ello, la Asociación Científica Psicodélica ha organizado un programa formativo en el que se abordan aspectos como la toxicología y farmacología de los psicodélicos, la investigación clínica en torno a estas sustancias, la integración de los estados psicodélicos, los peligros y desafíos de la terapia psicodélica, técnicas terapéuticas, así como la presentación de casos clínicos. Todo ello desde el ámbito multidisciplinar de la mano de los especialistas: David García (anestesista), Lucas Fernández (filósofo), Luis A. Henríquez (Toxicólogo), y de los psicólogos clínicos Domingo Quintana y Jaime Rojas.

Luces y sombras

Entre las ventajas constatadas del uso de sustancias psicodélicas en salud mental, los estudios reflejan que no tienen efectos secundarios respecto a los medicamentos clásicos; que mientras los fármacos habituales tardan varias semanas en hacer efecto, en los psicodélicos es prácticamente inmediato; y que no es necesario mantener un tratamiento continuado en el tiempo o cronificado, sino que utilizando estos fármacos, dos o tres veces, a lo largo de un proceso terapéutico, se trata de solucionar los problemas, es decir, no se genera una cronificación.

Sin embargo, no todo son luces. En la jornada de ayer, se abordaron los peligros y desafíos de la terapia psicodélica, haciéndose hincapié en aquellos casos, cuando se emplea con una intención no terapéutica -exploración del individuo, crecimiento personal...- y sin supervisión médica, de cambios en el sistema de creencias del individuo, lo que se conoce como la epistemología de la experiencia psicodélica. De ahí la importancia del «acompañamiento» psicológico y médico, no sólo durante el proceso sino después del mismo.

Asociación Científica Psicodélica en Canarias

A finales de 2021 nació en Canarias la Asociación Científica Psicodélica, a iniciativa de cuatro profesionales, -dos psicólogos clínicos, un toxicólogo y un filósofo-, con el objetivo de impulsar la investigación en torno al uso médico de las sustancias psicodélicas. Entre sus actividades figura la realización de investigaciones científicas relativas al uso terapéutico de las sustancias psicodélicas para el tratamiento de patologías fisiológicas y psicológicas tales como la depresión, el trastorno de estrés postraumático o la ansiedad. Asimismo, se marcan como objetivo divulgar -conferencias, ponencias públicas, intervenciones en medios-, contenidos y resultados científicos actualizados relacionados con el consumo de sustancias psicodélicas en el ámbito de la salud; así como desestigmatizar el consumo legal, regulado y terapéutico de las sustancias psicodélicas, combatir la desinformación sobre sus riesgos y beneficios, y mitigar los riesgos sobre la salud asociados a su consumo;y desincentivar el consumo y tráfico ilegales de sustancias psicodélicas. Abogan por la legalización y el desarrollo de un marco legal integral que regule el uso terapéutico de las sustancias psicodélicas para el beneficio de la sociedad. «Somos una asociación cerrada, formada por cuatro investigadores que nos hemos juntado en torno a este tema. No está abierta al público, ni tiene ánimo de lucro, no hay un carnet de socio, no hacemos retiros, ni miramos sustancias, ni hacemos ningún tipo de tratamiento. Nuestro fin es contribuir al conocimiento científico en este campo». | M. J. H.