Salud mental

Un 13% del alumnado de 14 a 18 años de Gran Canaria reconoce intentos de suicidio

Más de mil escolares de 3º y 4º de la ESO, Bachillera y Formación Profesional respondieron una encuesta sobre aspectos relacionados con la salud mental el curso pasado, encargada por la Fundación Disa al Instituto Interdisciplinar de Resolución de Conflictos

Raúl Saavedra, director Instituto Interdisciplinar de Resolución de Conflictos (Redeco) durante la presentación de los resultados del estudio 'Salud emocional en el alumnado adolescente de Gran Canaria'.

Raúl Saavedra, director Instituto Interdisciplinar de Resolución de Conflictos (Redeco) durante la presentación de los resultados del estudio 'Salud emocional en el alumnado adolescente de Gran Canaria'. / LP/DLP.

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

“Necesitaba que se me escuchara sin ser corregido ni juzgado. Me ha ayudado mucho”. “Me parece necesario para nosotros, para poder aceptarnos y conectar con lo que sentimos”. “Pude comprobar que lo que me pasa a mí también le pasaba a mi clase, y eso me tranquilizó mucho”. “Lo necesitaba”. Con estas palabras, el alumnado de 3º y 4º de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional de Gran Canaria resumía su participación durante el curso pasado en el proyecto Camino hacia el Bienestar Emocional, encargado por la Fundación DISA al Instituto Interdisciplinar de Resolución de Conflictos (Redeco).

La iniciativa aborda y proporciona herramientas sobre salud mental a la juventud y, en total, participaron 1.900 jóvenes de 28 centros educativos repartidos por nueve municipios de la Isla, de los cuales, 1.155 aceptaron voluntariamente responder una encuesta sobre salud emocional. Entre las preguntas planteadas, se trataba el tema del suicidio pues, según Raúl Saavedra, director de Redeco "es necesario" hablar de este asunto y no silenciarlo. Del total del alumnado que contestó, un 31% reconoció tener pensamientos suicidas, mientras que un 13% de los estudiantes confesó haberlo intentado. Además, un 28% admitía que se había autolesionado.

Estrés y ansiedad

Saavedra, que se encargó de la presentación de los resultados en la sede de la Fundación DISA en Las Palmas de Gran Canaria, fue desgranando las distintas respuestas de la encuesta, "de autopercepción", advirtiendo que "la situación es agridulce" y "preocupante", condicionada por un contexto del abuso de las tecnologías, la falta de expectativas de futuro, la presión de la cultura del consumo y la imagen o de diversos problemas de convivencia escolar o conflictos intrafamiliares.

El 60% del alumnado manifiestó padecer afectaciones a la salud mental y emocional, con numerosos casos de comorbilidad, es decir, de padecer varias a la vez. En concreto, la mayoría identificó estrés (21,9%), ansiedad (17, 45) y problemas de sueño (16,7%). También señalaron los trastornos de la conducta alimentaria, por déficit de atención e hiperactividad y obsesivo-compulsivo.

Atención psicológica

Además, se les preguntó si alguna vez habían pensado que su vida no tenía un sentido, obteniendo que más de la mitad ha considerado alguna vez que carece del mismo. En este punto, Saavedra puntualizó que se trata de un asunto complejo que se debe interpretar de forma prudente, ya que durante la adolescencia el vacío existencial es frecuente y relativamente normal, aunque enfatizó que casi un 20% ha percibido que su vida no tiene sentido durante meses o años.

La mayoría del alumnado encuestado, en más de un 70%, reconoció que no recibía ningún tipo de atención psicológica ni psiquiátrica, si bien, un 17% dijo que la necesitaría. Y, en un porcentaje aún más elevado, por encima del 80%, los escolares dijeron que no tomaban ningún tipo de medicación. Si bien, Saavedra también remarcó la dificultad para acceder a profesionales de salud mental, ya sea por las largas listas de espera en la sanidad pública o por el coste que supone en la privada.

Pedir ayuda

El director de Redeca también hizo hincapié en la importancia de contar con redes de apoyo y destacó especialmente que tan solo un 4,7% dijo que pedían ayuda a compañeros de clase cuando se sentían mal emocionalmente y 1,5% a los centros educativos. "Fallan muchas cosas aún", señaló Saavedra, pues esto indica la falta de herramientas para facilitar y detectar posibles casos, tanto para el alumnado como a los docentes, de quienes destacó una "fatiga por compasión" al estar escuchando constantemente los problemas de su alumnado sin apoyo de otros profesionales. En este sentido, el alumnado declaró que acudía mayoritariamente a sus amistades o a familiares ante diversos problemas.

Por último, se facilitó un cuestionario para que indicaran propuestas de mejora y un 47,5% demandó más talleres formativos sobre salud mental similares al desarrollado por Redeco. Pero Saavedra también resaltó que un 16,2% pidiera mejorar y aumentar los programas de salud mental en los centros educativos, que un 7,3% demanda incluir una asignatura sobre salud mental y bienestar emocional y otro 7,2%, incorporar una unidad de psicología en los centros educativos.

Acciones

"Hacen falta" este tipo de estudios y de proyectos "porque tenemos una capacidad que no tiene la administración pública, que es ser rápidos. Nunca vamos a ser capaces de paliar según qué necesidades, pero sí estoy convencida de que podemos contribuir a agilizar", defendió Sara Mateos, directora de la Fundación DISA ante una audiencia conformada por educadores y profesionales de los servicios sociales de ayuntamientos, el Cabildo y la Consejería regional de Educación.

En este sentido, explicó que ya se ha lanzado una segunda convocatoria del proyecto, que se agotó en un plazo de 48 horas (de forma similar al primero), y se ampliará a 35 centros educativos de la isla. "Pecamos de escuchar poco al alumnado y de ver sus necesidades. (...) Necesitamos hacer el esfuerzo de entenderlos, contar con muestras representativas desde el rigor científico que nos permitan poner en marcha proyectos de utilidad", concluyó.