En el pequeño barrio de El Guro, en el municipio de Valle Gran Rey, sus vecinos se han puesto manos a la obra para recuperar la normalidad de antes. En este pequeño poblado en el que han resultado afectadas más de la mitad de las viviendas que el fuego atacó virulentamente la noche del pasado domingo arrasando con todo lo que se ponía por delante. Ayer eran muchos los que pala y cubos en mano comenzaban a limpiar sus viviendas y los callejones empedrados para que todo vuelva a ser como antes, "y más bonita que va a quedar ahora", aseguraba Lourdes Chinea, quien al conocer lo ocurrido visitó la vivienda de sus padres que fue de las pocas que sobrevivió al paso de las llamas.

El que tiene mucho trabajo por delante es Ángel Manuel García. La vivienda que en herencia le habían dejado sus padres se convirtió prácticamente en cenizas. Sólo las paredes quedaron en pie. García recuerda cómo la noche del domingo intentó permanecer cerca de su vivienda para intentar hacer frente a las llamas, pero tuvo que huir. "Salí corriendo porque el calor, el humo y las llamas no me dejaban ver ya; un coche de la Guardia Civil me rescató y me pudo llevar hasta el centro de salud", recordaba este vecino de Valle Gran Rey, quien al regresar a su casa se encontró con una imagen desoladora. La mayoría de los techos se vinieron abajo y todas las pertenencias quedaron calcinadas. A pesar de perder prácticamente todo lo que tenía, Ángel Manuel García se resignaba. "Ahora hay que esperar a ver si hay ayudas para tener un empujón para reconstruir la casa, y después también voy a utilizar la creatividad y con un poquito de imaginación tirar para adelante", comentaba, mientras recogía con otras tres personas los escombros para terminar de limpiar el inmueble.

Entre las calles el olor a quemado está muy presente. Hay vecinos que cortan los árboles totalmente ennegrecidos por el fuego y en las empinadas aceras se mezcla el empedrado con frutos quemados.

Una de las pocas casas que no resultaron afectadas en El Guro fue la de los padres de Lourdes y Leonardo Chinea. Estos dos vecinos de La Laguna, en Tenerife, viajaron hasta La Gomera para estar junto a sus progenitores y vieron como las llamas les respetaron. "Ya lo tenemos todo acondicionado porque cuando llegamos había entrado mucho humo y cenizas que hemos conseguido retirar", apuntaba la primera, que decía que El Guro era un barrio "especial" que "en poco tiempo va a estar más bonito que antes".

Ese toque especial lo dan extranjeros bohemios que realizan pinturas en unas coloridas paredes que van apareciendo a medida que el visitante se adentra por sus calles. "La mayoría son alemanes que han cogido viviendas que habían dejado abandonado y poco a poco han ido haciendo su casita", alegaba Leonardo. Muchos de estos alemanes comenzaban a llegar ayer para ver los desperfectos ocasionados en sus viviendas.

A pesar de ello, Leonardo comentaba que ante esta situación "hay que tener esperanza y con el trabajo de todos esto se va a sacar adelante. Ya verás como en navidades si llueve la imagen de Valle Gran Rey volverá a ser la de antes".