La Guardia Civil de Güímar (Tenerife) busca a los tres individuos que en la mañana de ayer asaltaron a un empleado de una estación de servicios del municipio y le arrebataron una bolsa de color negro en la que guardaba 23.000 euros que se disponía a ingresar en una entidad bancaria de la localidad, según confirmaron fuentes policiales.

El robo tuvo lugar sobre las 10:55 horas, cuando la víctima, empleado de una estación de servicios en la carretera del Puertito de Güímar se disponía a ingresar la recaudación del fin de semana, 23.000 euros, según consta en la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil.

El empleado al llegar a la avenida de Santa Cruz se aproximó a una entidad bancaria donde iba a realizar el ingreso, cuando de repente se vio rodeado por tres individuos, uno negro, quienes le golpearon, lo tiraron al suelo, le propinaron numerosas patadas y le arrebataron una bolsa de color negra en la que llevaba el dinero.

El robo ocurrió en cuestión de minutos, sin que los testigos oculares ni los gritos de la víctima hiciesen desistir a los atracadores, quienes se dieron a la fuga, sin que los operativos llevados a cabo por el Cuerpo General de la Policía Canaria, ni la Policía Local ni la Benemérita permitiesen el arresto de los asaltantes.

Al parecer, la recaudación procede de dos estaciones diferentes, ambas situadas en Güímar. Las primeras pesquisas de la Guardia Civil apuntan a que los autores contaban con información privilegiada acerca de la hora, el itinerario del empleado e incluso, hasta es posible que supiesen la cantidad aproximada de la recaudación, por lo que no se descarta la participación de algún exempleado.

Los investigadores están comprobando quienes trabajaron en los seis últimos meses en alguna de las gasolineras afectadas y dejaron de prestar sus servicios.

Hasta cinco años de cárcel

El asalto que sufrió el empleado de las estaciones de servicio de Güímar cuando llevaba la recaudación del fin de semana se pena con hasta cinco años de cárcel según la redacción vigente del artículo 242 del Artículo Penal, que legisla el robo con violencia o intimidación sobre las personas.

Según la legislación actual, "el culpable de robo con violencia o intimidación en las personas será castigado con la pena de prisión de dos a cinco años, sin perjuicio de la que pudiera corresponder a los actos de violencia física que realizase".

De hecho, dado que el trabajador cayó en el suelo y sufrió varias patadas, podría denunciar a sus agresores con un parte de lesiones, lo que podría incrementar la pena de prisión en caso de que la Guardia Civil los capture y acaben en los juzgados tinerfeños.