"Sabe bien. A cerdo, aunque un poco más ácida y fuerte". Así es como define el macabro Armin Meiwes -conocido como el caníbal de Rotemburgo- el sabor de la carne humana. Un largometraje subido a YouTube narra pormenorizadamente cómo este alemán asesinó y se comió a su conciudadano Bern Brandes, en 2001.