Familiares y autoridades de los ministerios de Exteriores e Interior recibieron ayer en Madrid a los 56 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en Chile durante dos semanas para combatir la oleada de incendios forestales. "Misión cumplida", afirmó el jefe del contingente, comandante Vicente Franco, al mando de este grupo en la cuarta misión exterior que realiza esta unidad de elite de las Fuerzas Armadas en sus once años de existencia.

La base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha sido el escenario del acto, que contó con decenas de familiares de los militares, y de autoridades como el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica, Fernando García Casas, el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez, el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera y el director general de Protección Civil, José Antonio Díaz. También acudió el jefe de la UME, teniente general Miguel Alcañiz, y el embajador chileno en Madrid, Francisco Javier Marambio, así como medio centenar de compañeros del batallón.

El avión, un Airbus 340 portugués, con los 56 militares españoles fue recibido con aplausos y felicitaciones por su labor en Chile, donde se desplegaron el 28 de enero tras aprobar un día antes el Gobierno esta misión y tras una petición expresa del Gobierno de Chile y un requerimiento de disponibilidad de la Unión Europea, que aportó también 72 militares franceses y 52 portugueses.

La oleada de incendios en el centro y sur del país causó la muerte de once personas, dejaron más de 7.000 damnificados y destruyeron más de 1.600 viviendas.