Un suceso donde existió una "clara intencionalidad". Es lo que se encontraron los bomberos del parque municipal de Teis que ayer acudieron a la vivienda de Chapela, en el municipio de Redondela (Pontevedra), donde se registraron la noche del lunes la deflagración e incendio en el que fallecieron una mujer de 52 años, María José Mateo, y su expareja de 47, Emilio Fernández. En el salón, que comparte estancia con la cocina, había dos bombonas de butano con las gomas cortadas supuestamente con un cuchillo que fue localizado en las proximidades.

Había también una garrafa de gasolina, de las homologadas, y el líquido esparcido en la estancia. Los dos cuerpos, que estaban juntos, se encontraban en medio del pasillo. Fuentes de la delegación del Gobierno aseguran que el hombre lo tenía "todo preparado", lo que apuntala la hipótesis del crimen machista. Por tanto, si se confirma, esta mujer sería la duodécima víctima por violencia de género en lo que va de años 2017.

Esta pareja estaba en trámites de separación y tenían un hijo en común de ocho años, el cual fue llevado por el padre ese mismo día a la casa de sus abuelos. Ella era también madre de otros dos hijos fruto de su primer matrimonio, y no se encontraban con ellos en ese momento. No consta la existencia de denuncias previas por malos tratos de la víctima contra el hombre.

El juzgado de Instrucción número 2 de Redondela, en funciones de guardia, se hizo cargo de la investigación.

La Delegación del Gobierno en Galicia manifestó su "más enérgica repulsa hacia todos aquellos que ejercen cualquier tipo de violencia, especialmente la que se ejerce contra las mujeres".