Quienes conocen a Rogelio S. T. aún no salen de su asombro. Todos prefieren mantener la precaución a la espera del devenir de los hechos pues pocos creen que este exbancario que ahora se gana la vida pintando casas fuera capaz de acabar con la vida de Ana María Artiles y Antonio Quesada, el matrimonio de Guanarteme que estuvo cinco años desaparecido.

Los vecinos de Balcón de Telde aseguran que es una persona atenta con los residentes, que desde hace un tiempo vive con su pareja y que, en ningún caso, podían pensar que fuera capaz de acabar con la vida de dos septuagenarios. Padre de dos hijos con edades comprendidas entre los 12 y los 14 años, es natural del municipio de Santa Brígida, pero reside en una de las plantas de una chalé situado en la calle Cataluña del citado barrio desde hace años, incluso después de separarse de su antigua esposa.

Quienes han compartido algún momento con el arrestado afirman que es un "manitas". Y es que tras ser despedido en la sucursal, se ganaba la vida pintando casas.

A este lugar acudieron durante los últimos días agentes de la Policía Nacional que llevan la investigación para proceder al registro de la vivienda para buscar nuevas pruebas que le relacionen con un crimen ocurrido hace ya casi seis años.