Fin de semana del tiburón en la playa de Las Burras, en San Bartolomé de Tirajana. Se repite el avistamiento. Los servicios de vigilancia de la costa avistan crías de tiburón marrajo cerca a la orilla y prohiben el baño, por segundo día consecutivo, por precaución. Los efectivos de Cruz Roja impidieron que nadie se bañase en la playa las mañanas del sábado y el domingo hasta que se aseguraron que los escualos abandonaron la zona de baño. "Por las mañana ha habido marea alta, seguramente venían buscando peces que comer", señaló Sergio Ojeda, que vivió en primera persona la alarma.

"El sábado se avistaron tres a primera hora y la Cruz Roja sacó a todo el mundo del agua", explicó este bañista, que alabó la labor realizada por los socorristas. "Impidieron que nadie se metiese en el agua durante varias horas", detalló. La visita de los escualos provocó que la bandera roja estuviera izada en la playa de Las Burras hasta pasadas las once de la mañana del sábado.

Las motos de agua de la Cruz Roja realizaron varias batidas por la zona en búsqueda de los tiburones, de cerca de un metro de longitud. "Por lo que se ve eran tres crías", remarcó Ojeda, que no llegó a ver ningún ejemplar. "Se sabe que hay por la zona, y que no son agresivos, buscan peces no carne humana", afirmó el hombre, quitando hierro al asunto. La tarde, en cambio, fue "tranquila", ya que no se divisaron más marrajos por la zona y el baño estuvo permitido. "Hay que andarse con ojo", indicó un bañista antes de zambullirse.

Víctor Machado, que veranea en un apartamento cercano a la playa, también se vio afectado por la visita de los marrajos. "El sábado hasta las once no se izó la bandera amarilla, y el domingo también estuvo cerrada al baño un par de horas", aseguró. Machado es aficionado a la natación y reconoce que suele nadar habitualmente por la zona. "Me dan más miedo los chuchos y las mantas rayas, pero hay que tener precaución, pueden provocar un incidente", añadió.

En septiembre del año pasado, un ejemplar de tiburón marrajo mordió en el pie a un menor que cogía olas en la zona costera cercana a El Charco y El Roque, en La Aldea de San Nicolás. El menor sintió la mordedura del pez y tuvo que ser tratado por las heridas, que no fueron de gravedad.

"Estos casos son poco habituales", resaltó Machado, que disfruto de un fin de semana en familia en la playa pese a la alarma que desató el avistamiento de los escualos. "Ojalá vengan más tiburones para que no venga tanta gente a esta playa", dijo en tono cómico.

Los turistas no se enteraron de lo acontecido. "Hemos estado de fiesta y solo venimos a la playa por la tarde", declaró Magnus Andersen, un joven de una pandilla de noruegos que pasa unas vacaciones en el sur grancanario. "No sabíamos que había tiburones, pero no serán peligrosos si todos están en el agua", matizó.

Otra familia escandinava, más madrugadora que los anteriores, vieron a la Cruz Roja patrullar la playa y la costa, pero desconocían el motivo. "Pensábamos que alguien se habría ahogado", explicó Christoffer Hjort, que no se alarmó cuando supo de la presencia de escualos en la zona. "Con los niños solo nos bañamos en la orilla y siempre están vigilados", afirmó.

Pese al avistamiento, los bañistas seguirán viniendo a Las Burras. "Es una playa muy tranquila, donde puedes hacer de todo", detalló Machado. "No se puede crear alarma por un avistamiento, es normal, están en su hábitat, y vete a saber lo que hay en las profundidades", dijo otro usuario. Durante la tarde del domingo, la playa estaba llena de bañistas, que disfrutaron de un fin de semana de buen tiempo. "Hay mucha calima, pero hace calor y el baño apetece", reseñó otro nadador.