El único detenido hasta el momento en relación con la avioneta que llegó al aeropuerto de Fuerteventura con 380 kilos de cocaína es Pablo María L. H., un madrileño que se encargaba de la mecánica de la Pilatus-12/45 que los tres tripulantes dejaron abandonada en el aeropuerto de Fuerteventura con la droga en su interior. Las pesquisas siguen centradas en la búsqueda de los otros dos ocupantes, los pilotos Manuel L. V. y David A. D. J., quienes se encuentran en paradero desconocido desde el pasado 26 de marzo.

El arresto se produjo entre la madrugada del pasado jueves y el viernes en la zona turística de Puerto del Carmen, en Lanzarote. Según las fuentes consultadas, Pablo María L. H., Manuel L. V. y David A. D. J. aterrizaron a las 21.17 horas de aquel 26 de marzo en Fuerteventura y, posteriormente, se alojaron en un hotel de una zona turística. Los agentes de la Guardia Civil tenían sospechas de que en el interior de la aeronave podrían llevar carga ilegal, aunque la inspección no se iba a realizar hasta el día siguiente ya que los pilotos señalaron que los compartimentos sólo se podrían ser abiertos por un mecánico aeronáutico.

Ante el temor de que las fuerzas de seguridad descubrieran la carga de droga que portaban en dos bodegas de la avioneta, los tres tripulantes alquilaron una embarcación privada y pusieron rumbo a Lanzarote. Al mismo tiempo, Guardia Civil y Policía Nacional detectaron en el interior del aparato los 388 paquetes de cocaína cuyo peso en principio ascendía a unos 380 kilos.

Entonces se decretó una orden de búsqueda y captura del mecánico y los dos pilotos. Las labores de rastreo se centralizaron en la isla de los volcanes ante la información que habían obtenido los investigadores de que habían abandonado Fuerteventura en dirección a Lanzarote, aunque sospechaban que incluso podrían haber huido del Archipiélago con documentación falsa.

La madrugada del pasado viernes, 6 de marzo, las informaciones obtenidas por ambos cuerpos apuntaban a que uno de ellos se encontraba en la localidad turística de Puerto del Carmen. Se trataba de Pablo María L. H., el mecánico, que fue inmediatamente detenido y tres días después puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Puerto del Rosario, que decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito contra la salud pública, según informó el pasado lunes el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Los esfuerzos se centran ahora en localizar a los dos pilotos, que se sospecha que aún permanecen en Lanzarote. Sin embargo, los investigadores tampoco descartan que hubieran conseguido abandonar la Isla con documentación falsificada. En cualquier caso, los funcionarios de los cuerpos de seguridad destinados en puertos y aeropuertos de ambas islas están alertados ante la posibilidad de que Manuel L. V. y David A. D. J. huyan por estas vías.

Asimismo, la investigación se ha trasladado a otras provincias españolas, como Toledo, Madrid y Murcia, donde la antigua empresa propietaria de la aeronave tiene intereses. Sobre la procedencia de la sustancia, la principal hipótesis es que fue cargada en Guinea Conakry, país en que la aeronave hizo escala durante su viaje desde Madrid hasta Fortaleza, ciudad situada al norte de Brasil.

En cuanto al arrestado, llevaba años trabajando para la antigua propietaria de la avioneta con matrícula EC-JXM, que en la actualidad está a nombre de una empresa guineana. Asimismo, había viajado en varias ocasiones a países africanos para colaborar con una ONG en el traslado de ayuda humanitaria.