La sala del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 atendió 760 incidencias relacionadas con el cero energético en Tenerife después de recibir 5.000 llamadas telefónicas de emergencia, indicó ayer el consejero Julio Pérez. Ninguna de esas incidencias, registradas durante las tres primeras horas del apagón, revistió gravedad y fueron atendidas de forma urgente.

Los servicios hospitalarios no sufrieron incidencias, ya que todos los centros cuentan con grupos electrógenos autónomos que entraron en funcionamiento. Los aeropuertos Tenerife Sur-Reina Sofía y Tenerife Norte-Los Rodeos también funcionaron sin problema. Al igual que los puertos de la Isla y las plantas desaladoras. Según el consejero Julio Pérez, de las 760 llamadas, 58 se debieron a personas que se habían quedado atrapadas en ascensores; 688 llamadas se debieron a diversas incidencias eléctricas; 11 alertas estuvieron motivadas por personas que se habían quedado atrapadas en el interior de locales con puertas eléctricas, como los garajes, y dos llamadas por la activación de alarmas de seguridad.

Jeison Jesús Santana fue una de las personas que se quedó atrapada en un ascensor, según relató, aunque el "susto" duró apenas unos segundos pues "el ascensor tiene un sistema de seguridad que para el habitáculo en la planta más próxima y se abre la puerta", refirió por lo que ni siquiera alertó al 112.

En Santa Cruz de Tenerife, los Bomberos recibieron en la primera media hora de la caída eléctrica "alrededor de 150 llamadas que casi colapsan la centralita". "No todas las llamadas eran urgentes o graves, sino que se debían a pequeños incidentes como el haberse quedado atrapado en un ascensor o en el interior de un garaje", explicó el jefe de servicio Raúl Montes. Y es que no todas las llamadas a los bomberos se cursan a través del 112.

Los Bomberos del parque capitalino establecieron un "carrusel" en la calle para ir atendiendo las alertas desde distintos puntos de la ciudad. Una de las intervenciones se debió a un accidente de tráfico "muy leve" debido a que los semáforos se apagaron. Y sus compañeros de La Laguna también recibieron un aluvión de llamadas. La inmensa mayoría de los turistas no sufrió los efectos del apagón, aunque incidió principalmente en apartamentos y hoteles de pequeño tamaño, algunos establecimientos de ciudad, y hoteles o casas rurales. Algunos grandes alojamientos turísticos cuenta con grupos autónomos de emergenca.