Dieciocho días después llegó la segunda patera al Archipiélago canario en este mes de marzo, la primera durante la crisis del coronavirus y en plena pandemia. Nada frena la emigración africana. Salvamento Marítimo rescató en la madrugada de ayer a 45 personas de una infraembarcación que navegaba a nueve millas de Arguineguín. Seis de ellas tuvieron que ser evacuadas a un centro de salud por diversas dolencias, en principio de carácter leve, después de llevar siete días de travesía.

Los miembros de Cruz Roja y los sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) tuvieron que recuperar el operativo utilizado durante el brote de ébola que se produjo entre 2014 y 2016 en el África Subsahariana y tomaron la temperatura corporal a todos los migrantes, que presentaron valores normales. Ahora con más razón, al igual que se realiza ahora alos que llegan en avión a Canarias. Los migrantes de las pateras no conocen fronteras.

El aviso de la presencia de la barcaza se produjo en torno a la una y veinte de la madrugada cuando el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil emitía un eco que alertaba de la presencia de un objeto sospechoso a 9,6 millas al sur de la citada localidad del municipio de Mogán. A las coordenadas facilitadas acudieron las embarcaciones Salvamar Menkalinan de Salvamento Marítimo y Río Tambre del Servicio Marítimo Provincial del Instituto Armado, que realizaban protección y vigilancia de puertos. Componentes de ambas instituciones rescataron a las 45 personas que se encontraban en la embarcación para proceder a su traslado hasta el muelle de Arguineguín.

Allí, Cruz Roja y el SUC prepararon el dispositivo de atención habitual, aunque en esta ocasión con medidas complementarias por la epidemia del coronavirus. El recién nombrado responsable autonómico del Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias - Ayuda Humanitaria al Inmigrante (ERIE-AHI) de Cruz Roja, José Antonio Rodríguez Verona, explicaron que se recuperaron las medidas por la crisis del ébola, tomando la temperatura de todos los migrantes durante el desembarque. Asimismo, los efectivos portaban el equipo de protección individual, conocido como epi, compuesto por gafas, mascarillas y guantes para atender a las personas.

Rodríguez apostilló que no se registraron casos de fiebre y que en general todos presentaban buen estado de salud después de permanecer siete días en alta mar, según apuntaron ellos mismos. Seis de los rescatados tuvieron que ser evacuados en ambulancia hasta el centro de salud de Maspalomas, dos de ellos con traumatismos en miembro superior y los otros cuatros con diferentes cuadros de deshidratación, informó el portavoz de Cruz Roja.

La Policía Nacional y la Guardia Civil, así como Protección Civil de Mogán, también participaron en el servicio e identificaron a los ocupantes de la patera. Al menos 23 de ellos refirieron ser menores de edad. Todos ellos fueron trasladados en primera instancia a las instalaciones de la Jefatura Superior de Policía en Las Palmas de Gran Canaria. A diferencia de los últimos rescates, en esta ocasión no había mujeres en la barcaza.

Esta es la segunda patera que llega al Archipiélago en marzo, una cifra sensiblemente inferior a la que se había registrado en los dos primeros meses del año cuando alcanzaron las Islas un total de 1.181 migrantes en 40 embarcaciones.

En cambio, entre el 1 y el 15 de marzo lo hicieron 49 personas, según los datos publicados por el Ministerio del Interior. Con estas cifras, entre el 1 de enero y el 15 de marzo fueron registrados 1.230 migrantes llegados por vía marítima, un 1.038% más que en el mismo periodo de 2019 cuando lo hicieron 108. A esta cifra hay que sumar los 45 rescatados en la madrugada de ayer al sur de Gran Canaria.