Los 15 jóvenes -y no 18 como se publicó ayer en este periódico- que fueron detenidos el pasado miércoles en una reyerta multitudinaria en Vecindario, en la que se utilizaron armas blancas como machetes, fueron puestos en libertad horas después al entender el Juzgado que se encontraba en funciones de guardia en el partido de San Bartolomé que los hechos no revisten la gravedad suficiente como para disponer el ingreso en prisión.

Los arrestados, que estaban de okupas en una vivienda situada en la calle Gamonal, esquina con Perojo, han sido acusados en un principio como presuntos autores de los delitos de desobediencia, atentado y riña tumultuaria con lesiones. El Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana valoró la situación y estimó que, debido al estado de alarma en el que se encuentra el país por la pandemia del coronavirus, la mejor opción era que no pasaran a disposición judicial de momento, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

El titular del Juzgado entiende que el hecho de tener que trasladar a los 15 investigados desde el cuartel de la Guardia Civil de Vecindario, donde se encontraban hasta anoche, hasta la sede de los juzgados de San Bartolomé de Tirajana suponía un riesgo mayor porque, además, tenían que pasar por un reconocimiento forense. Así, ordenó ponerlos en libertad provisional sin fianza, decisión que, según las mismas fuentes, con toda probabilidad hubiese tomado si hubiesen pasado a disposición judicial.

Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía del pasado miércoles cuando los vecinos alertaron de una pelea multitudinaria en las citadas calles. Al lugar se desplazaron agentes de la Policía Local de Santa Lucía, Guardia Civil y componentes del Ejército de Tierra que se encontraban en la zona para mantener la seguridad por el estado de alarma. Cuando los efectivos se personaron vieron que dos grupos de okupas de un inmueble abandonado se estaban enfrentando. Los efectivos lograron que depusieran su actitud, retiraron a los implicados varias armas blancas, entre ellas machetes, cuchillos, navajas y tijeras, y los detuvieron por una riña tumultuaria.

Los agentes realizaron una inspección del inmueble, donde hallaron cerca de medio centenar de bicicletas y material de obra que supuestamente habían sido robados, indicaron las fuentes consultadas, que añadieron que se investigaba como posible germen de la pelea la apropiación de estos objetos. Otras fuentes lo atribuyeron a la gestión del edificio. Asimismo, indicaron que podrían estar utilizando a perros para poder salir a la calle y así cometer robos durante la cuarentena.