Un bañista de 55 años falleció en la mañana de ayer cuando se encontraba en una de las playas de San Felipe, en el municipio grancanario de Santa María de Guía. Dos personas consiguieron rescatarlo y los sanitarios trataron de reanimarlo, sin éxito. Los vecinos se quejan de la falta de información en la zona, que cuenta con fuertes corrientes que hacen que la bandera roja ondee durante prácticamente todo el año, y de la falta de vigilancia entre semana.

El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 recibió a las 11.21 horas el aviso de que una persona se encontraba en apuros en la playa de Vagabundo, frecuentada por amantes de las olas. Precisamente fueron dos surfistas quienes se percataron de que esta persona, que se encontraba unos 20 metros mar adentro, solicitaba ayuda. Fuentes de los equipos de emergencias que se personaron en el servicio indicaron que cuando estos rescatadores llegaron hasta el bañista, éste ya flotaba boca abajo.

El hombre fue llevado hasta la playa, adonde acudieron de inmediato los sanitarios de la ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) con base en El Pagador. Estos iniciaron las tareas de reanimación, que continuaron sus compañeros que acudieron en una medicalizada. Asimismo, Policía Local, Guardia Civil y bomberos del Consorcio del parque de Arucas colaboraron con los recursos.

Las tareas de reanimación se alargaron durante varios minutos hasta que finalmente el médico confirmó la muerte del bañista. Los agentes del Instituto Armado, por su parte, instruyeron las correspondientes diligencias.

Sin vigilancia

La playa de Vagabundo, donde ocurrieron los hechos, carece de vigilancia entre semana y únicamente cuenta con socorristas durante los fines de semana, según denunció ayer un vecino del barrio del norte de Gran Canaria que prefieren mantener el anonimato. Este practicante del surf asegura que durante prácticamente todo el año la bandera roja ondea en esta zona debido a las fuertes corrientes, que dificultan el baño. Esta característica presente en varios tramos del litoral norteño, apunta esta misma persona, no se da a conocer a los bañistas que acuden a darse un baño en las temporadas donde la arena negra aparece, sobre todo en verano.

En este sentido, alegó que junto a un grupo de amigos había comenzado esta semana a preparar hojas informativas para repartir a quienes se acerquen a San Felipe para indicarles las mejores zonas de baño y qué hacer en caso de ser arrastrados por la corriente. “Todos los veranos sacamos a 15 ó 20 personas y eso no puede ser”, indicó este vecino, quien apuntó que existe un cartel que avisa de los peligros de la playa, pero que con el paso de los años no se ha renovado y dado su estado es ilegible.