La segunda inspección del Volkswagen Passat del presunto asesino de Marta Calvo y de dos mujeres más, realizada durante toda la mañana de este jueves en el depósito judicial de vehículos de Cheste, ha arrojado datos esperanzadores: los dos perros especializados de la Guardia Civil detectaron posibles restos biológicos en el maletero.

El vehículo en el que Jorge Ignacio P. J. admitió haber trasladado a Marta Calvo desde València hasta su casa de Manuel en la madrugada del 7 de noviembre de 2019, en las horas previas a su muerte, ya fue inspeccionado después de que el grupo de Homicidios de València localizara el coche en una nave del Puig, pocos días después de la desaparición de la joven de Estivella.

En esa primera revisión, en la que no participaron los perros adiestrados en la detección de restos biológicos y cadavéricos, agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil tomaron muestras con hisopos de algunos puntos sospechosos de contener material genético, pero las pruebas posteriores de ADN no permitieron aislar ningún perfil.

Por esa razón, los investigadores del equipo mixto de Homicidios formado por agentes del grupo de la Comandancia de València y de la UCO, solicitaron al juez una segunda revisión del Passat, más profunda y con la ayuda de los perros, para volver a intentar encontrar algún rastro de Marta Calvo.

El juez fijó para este jueves esa diligencia, que se llevó a cabo entre las 10.30 y las 13.45 horas en el interior de una carpa, dentro de las instalaciones de Stock Circuit, la empresa concesionaria del depósito judicial de vehículos. Los dos animales, Xena, una hembra de pastor alemán de cuatro años -fue la perra que encontró el cuerpo de la esquiadora Blanca Fernández Ochoa, por ejemplo-, y Bill, un macho de pastor belga malinois, marcaron, aunque de manera "no concluyente", varios puntos dentro del maletero, en dos áreas concretas: el suelo y el lateral derecho de ese receptáculo. Ambos coincidieron en el marcaje de la misma zona del suelo del maletero, pero difirieron a la hora de detectar rastros en el lateral.

Tratamiento de las muestras

Los dos guías de Xena y Bill, que pertenecen a la unidad cinológica central de la Guardia Civil, con sede en Madrid, pasaron los perros por todo el interior del coche y, una vez que marcaron en el maletero, extrajeron la pieza que cubre el fondo y la colocaron sobre el suelo de la nave, para facilitar la labor de los animales. Ambos volvieron a marcar los mismos puntos.

Así, una vez que los perros acabaron su trabajo, entraron en acción los dos agentes del laboratorio de Criminalística de València -en esta ocasión, el ECIO no se ha desplazado para participar en la inspección-, que revisaron el coche con distintas luces forenses para intentar aislar los posibles vestigios detectados por Xena y Bill.

Una vez concluido el trabajo, con especial énfasis en el maletero, ya que ese es el punto más incriminatorio para Jorge Ignacio P. J. -evidenciaría el traslado del cuerpo sin vida-, los agentes recortaron la parte del lateral marcada por los perros y recogieron la pieza completa del suelo, que será enviada al laboratorio central para que los expertos en genética lo traten y analicen esas muestras en busca de ADN suficiente como para poder certificar que pertenece a Marta Calvo, como sospechan los investigadores de Homicidios, que también estuvieron presentes en el rastreo del coche.

Quien también acudió a esa diligencia fue la abogada de la madre de Marta Calvo, la letrada Pilar Jové, quien, al finalizar y en nombre de la madre, agradeció "la entrega y dedicación de la Guardia Civil no solo en resolver el caso, sino también en encontrar a Marta. Hacen un trabajo admirable", resumió.