Dos de los tres marineros que fallecieron el pasado 24 de diciembre por un incendio en el interior del buque factoría Sveaborg se perdieron por la bodega y murieron asfixiados al no poder salir a la cubierta. La tercera víctima del suceso ocurrido en el puerto de La Luz pereció en la sala de máquinas a consecuencia de la deflagración que se produjo por causas que la Guardia Civil investiga.

Este buque de bandera de Camerún, aunque con una tripulación formada sobre todo por personas de Europa del Este, había entrado en el muelle Grande Naciente del puerto de La Luz el pasado 16 de diciembre para afrontar unas obras de mantenimiento en prácticamente todas las dependencias ante la revisión total que se le realiza cada cuatro años. El armador tenía previsto permanecer al menos dos meses en la capital grancanaria, primero con trabajos a flote y posteriormente varando el buque en uno de los astilleros del recinto portuario.

Cuando se produjo el incidente, sobre las tres de la tarde del jueves de la semana pasada, en los 117 metros de eslora y 17 de manga había entre 60 y 70 tripulantes en una embarcación con capacidad para unas 120 personas. A esa hora se produjo una deflagración en la sala de máquinas, donde se encontraba Sergiy Zhukovsky de 66 años y nacionalidad ucraniana. El marinero nada pudo hacer por salvar su vida y falleció en el acto.

El resto de personas que se encontraban en el buque buscaron la manera de abandonarlo ante el humo que ya estaba inundando las entrañas de la embarcación. Cuatro de ellos lo consiguieron, aunque tuvieron que ser atendidos por sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) que acudieron en varias ambulancias. Dos marineros, de 50 y 62 años, tuvieron que ser trasladados al Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria con intoxicación por inhalación de humo, mientras que los otros dos fueron derivados al Punto de Atención Continuada con los mismos síntomas, aunque leves.

Oleksii Klimenko y Sergiy Golikov, ambos ucranianos y de 32 años de edad, también intentaron huir de las llamas. Sin embargo, ambos se perdieron entre los recovecos del buque. Uno de ellos se introdujo por un pasillo sin salida, mientras que el otro se quedó a apenas cinco metros de alcanzar la escalera que le llevaba hasta la cubierta principal. La autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria determinó que ambos murieron asfixiados, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria consiguieron controlar el fuego y extinguir las llamas en apenas unas horas, aunque debieron permanecer en el Sveaborg hasta 19 horas después al reavivarse por momentos el incendio, que generó desperfectos en el buque aunque, según las mismas fuentes, no eran de especial importancia por lo que es probable que sean subsanados en el propio puerto de La Luz.

Flotabilidad garantizada

La utilización de agua hizo que el buque factoría se escorara algunos grados, aunque fuentes portuarias recalcaron que no existe riesgo alguno de que se hunda ya que está más que garantizada su flotabilidad gracias a que los bomberos usaron en su mayoría espuma para combatir las llamas. En este sentido, el cuerpo de extinción de incendios y de emergencia ha recibido una formación específica durante los últimos cuatro años para actuar en los incidentes que se producen en el interior de los buque del puerto de La Luz, que ha permitido hasta el momento atajar dos incendios -el del Sveaborg y el del Fin Whale en agosto de 2017- salvaguardando la integridad de los barcos.

Las fuentes precisaron que la embarcación tenía toda la documentación en regla y que había seguido el protocolo para realizar este tipo de obras de mantenimiento a flote junto al muelle, como taponar cualquier vía para evitar la entrada de agua en accidentes como el ocurrido la pasada semana. Asimismo, indicaron que se trata de un buque factoría que suele faenar en aguas próximas al continente africano. La Guardia Civil, por su parte, ha abierto una investigación para tratar de conocer las causas de la deflagración y posterior incendio.