«Escuché un golpe seco, un sumbido que activó las alarmas de las casas... Luego, en el momento que me asomé a la ventana, todo estaba en llamas», apunta Horacio, un vecino del camino de Las Mercedes, en el municipio de La Laguna, en Tenerife, que a las ocho menos veinte de ayer se despertó con el estruendo de una explosión que se originó en la la parte trasera de una vivienda situada tres casas por debajo de la suya. Afortunadamente, no se contabiizaron víctimas pero sí importantes daños.. En el momento de la deflagración (en el perímetro del suceso había cuatro bombonas de gas de tamaño medio) la infraestructura que se vino abajo estaba en obras y el domicilio de al lado, en el que se apreciaron daños materiales de menor consideración, se encontraba vacío. Esa es la «buena noticia» de un suceso que movilizó a los recursos de emergencia durante más de tres horas.

El hecho de que la casa que saltó por los aires estuviera en obras –el equipo que se encarga de su rehabitación no había llegado– y, a su vez, la más próxima sin inquilinos en el instante en el que exploraron las bombonas evitó que este suceso evolucionara a un nivel más dramático. «Yo había salido a trabajar, pero mi mujer sí que sintió un gran estruendo», comenta residente en relación a una emergencia que activó a unidades de la Policía Local, Policía Nacional, Bomberos, Servicio Canario de Urgencias y Protección Civil. «El fuego no era de gran altura, pero en veinte minutos ya estaban trabajando los bomberos en la zona», describe un testigo de un despliegue que obligó a cortar el tráfico durante más de dos horas.

Alberto, uno de los corredores que transitan a diario la zona, destaca que unos 50 metros antes de pasar por el número 175 del camino sintió un gran temblor sobre el asfalto y se protegió en una finca.