El vecino del barrio de La Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, que fue detenido tras mostrar supuestamente una actitud muy agresiva contra la Policía Nacional, que irrumpió en su casa en la tarde del viernes porque estaba lanzando objetos a la calle y dentro estaba con una acompañante, empleó un cuchillo de 21 centímetros de hoja y un destornillador, de 35. Finalmente, el individuo de 29 años terminó lesionando a seis funcionarios, y otros dos compañeros sufrieron problemas lumbares, al tratar de reducirlo.

El hombre, natural de Guinea Ecuatorial, tuvo que ser sedado varias veces en el Hospital Dr. Negrín, debido a su estado de agitación y agresividad, que la investigación trata de determinar si está motivada por el consumo de algún tipo de droga.

Como informó ayer este periódico, los hechos tuvieron lugar sobre las cinco de la tarde en la calle Guillermo Santana Rivero. Y los agentes tuvieron que irrumpir en el domicilio, ante la actitud que había tomado el individuo. Sobre todo, porque en el interior se encontraba con una mujer, que podía estar en peligro. De ahí que en un principio la alerta se activara por un caso de violencia de género. Pese a este temor inicial, ella salió indemne del hombre, que la tomó en cambio con los policías.

El supuesto autor es un hombre de 29 años con antecedentes policiales, natural de Guinea Ecuatorial, y muy conocido por la policía, ya que ha protagonizado otros casos de características muy similares.

Mordeduras y fracturas

El hombre había estado arrojando todo tipo de objetos desde la ventana de la casa hacia la calle, poniendo en peligro a otros ciudadanos. Pese a que el ahora detenido es un conocido por su reincidencia, lo que menos esperaban las patrullas que acudieron a esta céntrica calle del barrio de La Feria era la respuesta virulenta que les esperaba.

Los funcionarios fueron agredidos supuestamente cuando iban a reducirlo. Pese a contar con escudos, fueron golpeados cuando intentaban inmovilizarlo.

Finalmente, ocho funcionarios sufrieron heridas y lesiones. Una oficial fue atendida de fractura en la nariz, y un compañero también presentaba una fractura en la mandíbula y lesiones en la mejilla. Otros cuatro policías nacionales que actuaron sufrieron otras lesiones de distinta consideración, por mordeduras en el dedo, luxación de un hombro y antebrazo que le hacen tener que llevar un brazo en cabestrillo, erosiones y contusiones, entre otros daños físicos. Incluso, uno de los funcionarios podría haber sufrido un corte en el costado, aunque parecer ser que no era muy profundo. A esto se suman dos funcionarios más con lumbalgia, por el esfuerzo realizado durante la actuación para reducir al ciudadano africano.

El detenido empleó contra los policías un cuchillo de 21 centímetros de hoja, así como de un destornillador, que medía también 35 centímetros.