La joven que sufrió la brutal violación en Igualada la madrugada del pasado 1 de noviembre ha declarado este martes en el juzgado de la capital de la comarca de Anoia en la que se instruyen los hechos. Pero no lo ha hecho en la misma sala que su violador. Él estaba en la sala frente al juez y el resto de las partes y ella ha comparecido telemáticamente. El agresor, además, no podía verla, solo escuchar su voz. Según fuentes presentes en la sala, el hombre tampoco ha levantado la mirada en ningún momento, en un gesto de indiferencia que ha llamado la atención de los presentes.

La declaración de la chica ha durado solo unos minutos. Dado que no recuerda nada de lo que sufrió, las partes no han tenido ocasión de interrogarla para recoger más indicios de la agresión. Acompañada por psicólogos y por las investigadoras de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra --las policías que atraparon a su agresor-- ha ido respondiendo a las preguntas del juez a través de estos profesionales. Es decir, el juez trasladaba la pregunta telefónicamente pero quien se la formulaba a la víctima era un psicólogo. Este proceso, en el que el sistema judicial sí parece haberse tomados todas las molestias para no acentuar la llamada revictimización de las personas que han sido atacadas sexualmente, también pretende que esta declaración de la víctima se convierta en una prueba preconstituida. Esto significa que la víctima no deberá declarar nunca más, ni siquiera durante el juicio. Para lograr que una declaración sea considerada preconstituida es necesario que se haga en presencia de todas las partes. Por eso, este martes, el presunto violador también estaba en la sala, acompañado de su abogado.

Pánico

A pesar de que no recuerda nada de lo que sucedió --ha asegurado que sufre una laguna que comienza a su salida de la discoteca Epic de Igualada y se alarga una decena de días--, la joven sí ha declarado que conoce lo que padeció porque se lo han contado. Y que sufre desde entonces dolores de cabeza, en forma de pinchazos, que se acentúan cuando oye hablar del caso. También ha dicho que siente pánico a menudo cuando sale de casa.

El agresor propinó un duro golpe en la cabeza a la víctima que la dejó inconsciente, así fue hallada por un camionero tras ser violada. Este traumatismo es el que ha impedido que recuerde nada de lo sucedido, algo que no ha impedido que los Mossos hayan reunido contra el violador numerosas pruebas, también de ADN, y que, por otra parte, ha ayudado a la mujer a no cargar con memoria del espanto que vivió.

Fecasarm, que defiende los intereses del sector de ocio y de la discoteca Epic, a través del abogado Joaquim Boadas, ha anunciado que pedirá una condena ejemplar de hasta 26 años por los delitos de violación y asesinato en grado de tentativa. "Queremos que este personaje no vuelva a la calle", ha explicado Boadas, que también ha pedido que la violación se convierta en un punto de inflexión que acabe con los ataques que sufren mujeres que han salido de fiesta. "Pedimos más presencia policial en el entorno de las discotecas, más iluminación pública y una campaña de sensibilización", ha explicado.