Varios heridos por quemaduras e intoxicación en el balance de un incendio provocado este jueves por dos presos de la cárcel Las Palmas II. Funcionarios de la prisión de Juan Grande auxiliaron a los dos reclusos, de 23 y 26 años e internos por delitos de robo con violencia, ingresados en un módulo de multirreincidentes y autores de anteriores altercados.

Según el sindicato Acaip-UTG el suceso se produjo ayer, sobre las 15.00 horas, cuando los dos internos del módulo 14 prendieron fuego a un colchón en su celda provocando un incendio que requirió la rápida intervención de los funcionarios de servicio.

El sindicato ha publicado un comunicado en el que detalla el incidente:

"Se desconoce el motivo por el que estos internos realizaron la acción, pero todo indica que era premeditada, ya que habían guardado sus pertenencias en bolsas de plástico con el propósito de que no se impregnaran de humo y cogiera olor. Además, habían cerrado la ventana de la celda, motivo este por el que se produjo una gran acumulación de humo en el interior.

Los funcionarios, acudieron con celeridad para salvar la vida de estos dos internos que sufrieron quemaduras de diversa consideración por las que han tenido que ser hospitalizados. Varios funcionarios requirieron asistencia médica y que se les administrara oxigeno debido a la cantidad de humo expirado durante la difícil intervención.

Desde ACAIP-UGT queremos destacar la ejemplar actuación de los empleados públicos penitenciarios, que una vez más, arriesgando su integridad física han salvado la vida de dos internos que la habían puesto en riesgo de manera, a todas luces, intencionada. A través de la representante de esta organización en Las Palmas II, Yolanda Rivera, felicitamos a los funcionarios por su gran labor en el centro en general y en este caso en particular. Este centro penitenciario es complejo y funciona gracias a la implicación de todos los que forman parte de la plantilla.

Es hora de poner en valor el trabajo que se desarrolla dentro de las prisiones, en las que un mismo profesional debe atender infinidad de situaciones y requiere una capacidad de adaptación a las circunstancias impensable por otros trabajadores de la administración, teniendo que pasar de atender labores meramente burocráticas a solventar situaciones de riesgo para su propia vida o la de internos en décimas de segundo, demostrando la valía de quienes trabajamos dentro las prisiones españolas. Algo que nuestros gestores no entienden ni valoran, más bien menosprecian, poniendo en cuestión todas aquellas actuaciones de los profesionales penitenciarios.

La labor y el trabajo que se desarrolla dentro de una prisión debe ponerse en valor por aquellos quienes dirigen la institución y afrontar definitivamente las necesarias mejoras que pasan por una adecuación retributiva, modernización normativa, formación continua y universal, y el reconocimiento de autoridad de los trabajadores públicos penitenciarios".