Un incendio tuvo lugar sobre las 17.20 horas de ayer en un cuarto convertido en vivienda en una casa, de dos plantas, situada en la calle Muro de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana. El edificio está muy cerca de la avenida de las Tirajanas, del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) La Paredilla y del campo de fútbol.

Entre los residentes de la vivienda donde se produjo el incendio hubo mucho miedo al saber que en el cuarto había dos bombonas de butano. El fuego alcanzó de lleno una de ellas y una parte de la otra, pero por fortuna y por distintas circunstancias no se produjo una deflagración o explosión. Finalmente, no hubo heridos. Eso sí, el cuarto, con sus numerosos muebles, entre otros, camas de madera y una cocina completa, y enseres, quedaron totalmente calcinados.

Tras las llamadas de alerta al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112, al citado inmueble acudieron los Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, del parque de Arinaga, en el término municipal de Agüimes, así como agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.

Los bomberos lograron controlar y extinguir las llamas, para lo que necesitaron unos 500 litros de agua.

A la llegada de los efectivos de seguridad y emergencias, el inmueble estaba desalojado, y así no hubo afectados por la inhalación de humos. Las fuertes humareda y llamas, al haber mucha carga de combustión en el interior del cuarto, había provocado expectación y alarma entre numerosos vecinos y viandantes que se encontraban en la citada calle e inmediaciones. Al parecer, el aviso al Cecoes-112 se había retrasado porque una persona había intentado sofocar el fuego con un extintor. Sin embargo, al comprobar que no podía hacer frente a las llamas con el extintor, alertó de lo que sucedía al 112.

En la mayoría de los incendios y sucesos de este tipo, siempre es recomendable permitir la intervención inmediata de los profesionales, que están bien equipados, que actuar de forma individual una persona no preparada, ni equipada, por mucha voluntad que tenga, porque las consecuencias suelen ser peores, como han señalado desde el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria.