Las imágenes que compartieron en las redes sociales no dejan lugar a la duda. Dos jóvenes cometieron numerosos actos vandálicos durante sus vacaciones en Fuerteventura y los grabaron para después vanagloriarse en Instagram y Youtube. Los turistas se colaron en un zoológico de Pájara para meterse en zonas de peligro junto a las jirafas o los elefantes, que está totalmente prohibido; circularon a 200 kilómetros por hora en un tramo de autovía cuyo límite máximo es 100 o destrozaron el mobiliario de una villa.

La empresa propietaria del centro de rescate y recuperación de especies Oasis Wildlife de La Lajita ya ha presentado una denuncia en la Guardia Civil ante lo que consideran que se trata de un maltrato animal. El zoológico remitió ayer un comunicado donde se indicó que los dos jóvenes, de nacionalidad italiana, se introdujeron en el centro el pasado 23 de abril. «A plena luz del día y de forma ilegal», saltaron las vallas para acceder al recinto. «Allí intimidaron y maltrataron psicológicamente a distintos animales del centro», entre ellos al macaco Sagar del que se burlaron al intentar darle una rama.

Aunque los hechos más graves se produjeron al acceder a zonas calificadas como «muy peligrosas», donde se sitúan las jirafas y los elefantes africanos. Las primeras salieron corriendo al comprobar que dos personas habían entrado en la sabana para después acercarse a ellos. La elefanta Diuna, por su parte, reaccionó «de forma negativa» al ver que uno de los jóvenes había invadido su espacio al saltar un foso. Todo ello grabado por los dos jóvenes con un teléfono móvil y una cámara para después compartirlo en las redes.

Asimismo, estas dos personas adquirieron un hámster y «lo introdujeron en una bola de plástico de ejercicio más del tiempo recomendado». «Sin ningún tipo de piedad», recalcó el zoológico, «se dedicaron a dejar la bola con el animal en su interior en diferentes localizaciones del centro comercial» para después devolverlo a la tienda. «Lo único que querían era generar contenido audiovisual a costa del sufrimiento animal», apostilló el negocio.

Los actos vandálicos no se ciñeron exclusivamente a los animales. En el vídeo compartido por Oasis Wildlife se puede apreciar cómo los dos turistas circulan por una de las autovía de la Isla a 201 kilómetros por hora, según marca el cuentakilómetros que registran y, al mismo tiempo, enfocan a una señal que indica que la velocidad máxima permitida en ese tramo es de 100 kilómetros por hora. Además, en otro de los vídeos se ve cómo uno de ellos pasa del asiento delantero al trasero por el exterior del coche, con el vehículo en marcha, y como después vuelve a regresar a la parte delantera. Todo ello con un turismo de una empresa de alquiler de vehículos que también meten por caminos de tierra a alta velocidad. En las imágenes también se recoge cómo una de las ventanas traseras está rota por completo, aunque no se especifica si se produjo por uno de sus actos vandálicos o por ser víctimas de un robo.

Las grabaciones continúan con los vehículos tipo buggies que conducen por el exterior de las carreteras de asfalto y por zonas que no están permitidas. Otro de los actos vandálicos se realizaron en la villa en la que se alojaban, donde tiraron parte de la losa por la ventana para romperla o llenaron la piscina de sillas, hamacas y otros objetos con el único fin de colgarlo en las redes sociales.

Todos estos hechos ya han sido puestos a disposición de la Guardia Civil para que identifique a los autores, quienes se pueden enfrentar a numerosos delitos, entre ellos contra la seguridad vial o el de allanamiento de morada.

Guacimara Cabrera, gerente del Oasis Wildlife, señaló en el comunicado que los actos vandálicos cometidos por los dos jóvenes son «muy graves, que nada tienen que ver con entretenimiento en las redes sociales, ni para la sociedad en general y debería ser castigado, para que no sea un ejemplo de nada». Y añadió: «Estas acciones deberían de marcar preferentes jurídicos, para que este tipo de actos no se vuelvan a repetir».

La empresa informó de que ya ha puesto los hechos en conocimiento del Consulado de Italia en Las Palmas y denunció lo ocurrido ante la Guardia Civil para intentar localizarlos. 

Varias asociaciones y fundaciones para la protección de animales mostraron su repulsa por lo ocurrido y su apoyo a Oasis Wildlife.