Un avión de la compañía EasyJet procedente de Inglaterra y con destino Gran Canaria se vio obligado a solicitar emergencia, mayday en la nomenclatura aeronáutica, al quedarse corto de combustible debido a que tuvo que ser desviado a Fuerteventura por las malas condiciones meteorológicas provocadas por el ciclón Hermine. La aeronave, que aterrizó sin mayores problemas, llevaba 100 kilos de queroseno menos que el mínimo establecido en la reserva final (1.000).

El incidente, que se saldó con sus 190 pasajeros y 7 tripulantes ilesos, ocurrió el lunes, 26 de septiembre, sobre las 20.45 horas. El avión, un Airbus A321-NEO de la citada aerolínea que cubría la ruta con el código EZY6195, había partido de la ciudad británica de Bristol cuando al llegar a la aproximación de su destino se encontró con baja visibilidad por los efectos de 'Hermine'.

La tripulación trató de aterrizar en la única pista disponible aquel día en el aeropuerto de Gran Canaria al encontrarse la 03L, la más utilizada por los aviones comerciales, en obras. La 03R, que se encuentra más próxima a la Base Aérea de Gando, requiere de una maniobra más complicada y la baja visibilidad dificultó la aproximación de las aeronaves.

Así, comandante y piloto no pudieron tomar tierra y fueron desviados a Fuerteventura. Fue en ese momento cuando declararon emergencia a la torre de control al encontrarse cortos de combustible. Según informa la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Aéreos (CIAIAC), “la aeronave hizo un aterrizaje normal en el aeropuerto de Fuerteventura, con 900 kg de combustible, aproximadamente 100 kg por debajo del mínimo de reserva final”.

La CIAIAC ha abierto una investigación para tratar de determinar las causas del incidente. Esta práctica de salir en destino con el combustible mínimo imprescindible se suele utilizar por determinadas compañías con el objetivo de reducir el consumo al tener el avión menos peso durante el despegue y el vuelo.

Hermine provocó un caos en los cielos canarios debido a la cancelación de más de 700 vuelos durante los tres días que duró la tormenta, que hizo que muchos viajeros tuvieran que esperar en sus destinos durante varios días para así poder coger un avión para salir o para llegar al Archipiélago.