Dos vecinos rescatan a una madre e hija del humo y llamas en Santa Lucía

«Si no hubiéramos entrado, esas personas no hubiesen resistido», señala Antonio Miguel López, que accedió por el balcón a la vivienda junto a Blas Martín

Una moto se incendia en un domicilio en Sardina del Sur

C. A. C.

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Pudo acabar en una tragedia, pero la intervención de Antonio Miguel López y Blas Martín permitió el rescate de una madre y su hija adolescente entre el denso humo y las llamas. El suceso tuvo lugar en la mañana del miércoles en una vivienda de la calle Médico Juan Sánchez Rodríguez, en Sardina del Sur (Santa Lucía de Tirajana), después de que se pegara fuego en el garaje de la casa.

Antonio seguía ayer recuperándose del humo que inhaló en el rescate, después de encaramarse por la pared del inmueble y auxiliar a las dos mujeres.

El suceso tuvo lugar entre las 10.30 y las 10.45 horas. «Venía del pueblo de Sardina de hacer un parte, porque soy carpintero del ayuntamiento. Y cuando bajaba por León y Castillo me encontré a una señora agitada. Le pregunté qué le pasaba, porque se metió en la carretera, y me dijo que había fuego en la calle. Cuando me acerqué vi que salía mucho fuego y humo de una casa. Me acerqué, pero no vi a nadie. Como el coche tiene una luz luminosa la encendí y la puse en medio de la calle para que no pasaran coches. Cuando bajé venía otro vecino, Blas. Avisamos al edificio de al lado que salieran, porque estaba habiendo pequeñas explosiones», relata Antonio. Entonces un vecino avió de que dentro de la casa permanecían dos personas. «Cuando oímos eso, y después de llamar a la policía y los bomberos, nos buscamos la vida. No se podía entrar por la puerta, por lo que entramos por el balcón. Subimos, y pudimos sacarlas, antes de que llegaran los bomberos».

De esta forma sacaron a una adolescente de 13 años y a su madre, de unos 50, que ayer se encontraban todavía recuperándose en sus casas del humo, tras pasar por un centro médico. «La niña estaba durmiendo porque cuando nos vio se asustó un poco».

El rescatador señala que el humo era muy denso. «Los vecinos todos ayudamos allí. Al rato llegaron los bomberos. Pero si no hubiéramos entrado, esas personas no hubiesen resistido los 20 minutos que tardaron los bomberos en llegar».

Los dos vecinos, y luego los policías, accedieron por el balcón del vecino, «porque por la principal era imposible». Y, añade, «dentro estuvimos poco. Casi tuve que mantener la respiración porque el humo era muy espeso». Tanto, que ha tenido que recurrir a aerosoles para respirar, al igual que su compañero.

El garaje quedó calcinado, pero la puerta frenó las llamas.