Convivir con mascotas es complicado. Los ruidos y las molestias que causan a los vecinos a veces es un quebradero de cabeza para los dueños. Esto le ha ocurrido a un vecino de Tenerife que se ha visto obligado a poner a sus perros en adopción “bajo las amenazas de denuncia de los vecinos porque ladran cuando se quedan solas”.
Su historia ha cautivado a las redes sociales. Sus perras Willow, de 12 años, y Britney, de 7, han sido que tener puestas en adopción por este motivo.
El dueño reconoce que la solución sería contratar a un etólogo, pero “yo no puedo pagarlo”. El mensaje ha sido publicado durante la mañana de este lunes junto a las fotografías de ambos canes.
Han sido diversos los comentarios que muestran la indignación ante la situación: “Los vecinos se quejan, pero no cooperan”, “seguro que el más protestón es el que da portazos”…