Gran Canaria registra tres terremotos de hasta 3,8

Hasta un total de tres sismos han tenido lugar en la mañana de este jueves al oeste de la isla

Terremoto en Gran Canaria

C. A. C.

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Tres fuertes terremotos, de magnitudes cercanas o superiores a los 3 mbLg, han sacudido esta mañana el volcán de Enmedio. Las entrañas del mar que separa a Gran Canaria y Tenerife se han movido con una fuerza tal que han hecho vibrar a la isla de Gran Canaria como no lo hacía desde hace una década.

Los tres seísmos detectados por la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se produjeron en un lapso temporal de menos de 18 minutos, entre las 08:30 y las 08:48 de la mañana. Todos ellos se produjeron en el manto superior, a más de 17 kilómetros de profundidad.

El más fuerte de los seísmos fue el primero de la serie. El estruendo registrado en las profundidades tuvo una magnitud de 3,7 mbLg (la unidad de medidad del IGN) y se detectó a 23 kilómetros. Su vibración se notó en el oeste de Gran Canaria, desde Mogán a La Aldea de San Nicolás y Agaete, y en diversas zonas del interior, como la Vega de San Mateo, Santa Lucía de Tirajana y Arucas. La intensidad con la que fue sentido este terremoto fue de III e incluso IV.

Apenas cinco minutos después llegó el segundo rugido. A 24 kilómetros de profundidad el interior del océano registró un terremoto con algo menos de intensidad, 3,3 mbLg, pero casi igual de atronador para los ciudadanos de la isla. En esta ocasión la población lo sintió con intensidad II y III, y la vibración se quedó en el oeste de Gran Canaria: La Aldea de san Nicolás, Mogán y Agaete.

Los terremotos se produjeron en un lapso de apenas 18 minutos a primeras horas de la mañana

El último de los seísmos llegó cuando ya se creía que la tierra se había calmado. A las 08:48 horas, más de diez minutos después del último, la tierra propinó un último golpe que, aunque tuvo menos intensidad, también fue sentido por la población grancanaria. Este último se detectó algo más cerca, a 17 kilómetros de profundidad y tuvo una intensidad de 2,9 mbLg. De nuevo la población sintió el seísmo con una intensidad II pero esta vez los únicos que pudieron notar el temblor fueron los ciudadanos de Agaete y la Aldea de San Nicolás.

Este pequeño repunte de la actividad se produce después de que en la jornada de ayer la zona también registrara un pequeño terremoto de una magnitud menor a 2 mbLg. 

Lo extraordinario en este caso es que no ha vibrado una zona cercana a Tenerife –donde se encuentra realmente el volcán de Enmedio– sino más próxima a Gran Canaria. "No es raro, no es la primera vez que ocurre en la zona", sentencia Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN, aunque sí admite que es poco frecuente. El último terremoto fuerte que se recuerda en Gran Canaria sucedió el 22 de agosto de 2011. tuvo su epicentro a 29 kilómetros de profundidad, una magnitud de 3,5 mbLg y se produjo a apenas 10 kiómetros de la costa de San Bartolomé de Tirajana.

Es la segunda vez este año en la que el volcán de Enmedio se ha vuelto el protagonista de la actualidad sísmica. A principios de 2023 aguas entre Tenerife y Gran Canaria se convirtieron en la zona con más actividad de Canarias al registrar un total de 111 terremotos. Esa cifra ya suponía por entonces un cuarto de los seísmos que se produjeron durante el año anterior en la misma zona.

Según los datos del IGN, en enero se produjeron 68 terremotos, de los que el 63% ocurrieron durante el 27 de enero, coincidiendo con un enjambre. Una serie de seísmos que, sin embargo, no ha sido la primera. "Hemos tenido en otras ocasiones", rememora Domínguez. De hecho también se produjeron enjambres el 15 de septiembre de 2022 y en abril y octubre de 2018.

Con estos datos, los científicos creen que "la media de terremotos será ya mayor que la del año pasado", tal y como constató Domínguez. Sin embargo, también dudan que estos terremotos se deban a un aumento de la actividad en la zona.

Aunque aún se desconoce el origen exacto de estos movimientos, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) considera que la actividad en la zona está relacionada con un sistema de fallas sísmicas que que ocasionalmente pueden producir este tipo de terremotos. El IGN, por su parte, está estudiando su origen a través del proyecto científico Guanche. El objetivo es identificar la estructura de la corteza y el manto en el archipiélago, incluyendo el fondo marino.