El dueño de un bar en Canarias que ha sufrido 14 atracos: “Estoy quemado”

Intranquilidad se ha apoderado de las zonas de medianías en los municipios de Arafo y Güímar debido a la reciente ola de robos que ha afectado a varios establecimientos y gasolineras en las últimas semanas. La preocupación ha ganado visibilidad en las redes sociales, siendo la plataforma de denuncia social Impacto Canario la encargada de difundir imágenes de las consecuencias a través de su perfil de Instagram.

Entre los lugares afectados se encuentran la estación de servicio CEPSA de la Hidalga y el Bar Chicho en Arafo, generando una creciente inquietud en la comunidad en los últimos días. El Bar Chicho, en particular, ha registrado un récord inquietante. Según Elías Pérez, propietario del establecimiento, en una entrevista en Herrera en COPE Tenerife, su bar ha sido objeto de 14 robos en los últimos 35 años, siendo el más reciente el ocurrido el domingo por la noche.

Elías, visiblemente cansado de la situación, comentó que ha enfrentado múltiples procesos judiciales y que el tema se ha vuelto agotador. A pesar de ello, manifestó su determinación al decir: "Yo lo arreglo, y sigo para adelante, y sigo trabajando".

Reventaron la puerta y se llevaron las tragaperras

En referencia al robo más reciente, ocurrido el domingo pasado, Elías describió cómo los ladrones forzaron la puerta de acero y las cristaleras, llevándose consigo las máquinas tragaperras. Este incidente resultó en pérdidas económicas sustanciales, estimadas en "unos cuantos miles de euros y muchos dolores de cabeza".

Con resignación, Elías señaló la falta de soluciones a largo plazo para este problema persistente, expresando su frustración al comentar que, a lo largo de los años, parece no haber una resolución efectiva. Lamentó que, aunque la Guardia Civil y la policía hacen lo posible, en muchos casos, al llegar a juicio, los delincuentes no pueden ser condenados debido a la falta de pruebas. Esta situación llevó a Elías a criticar las leyes, señalando que parecen proteger a los delincuentes en lugar de a aquellos que trabajan honestamente.

A pesar de la desagradable situación, Elías Pérez destacó con cierto humor que, al menos, los ladrones no estaban armados.