Cinco jóvenes pegan una paliza a un taxista y a un transeúnte para robarles y tres semanas después apuñalan a un okupa en Lanzarote

Los delincuentes residían en el albergue para menores migrantes de La Santa, de donde los expulsaron por su conflictividad

Paliza a un taxista en Lanzarote

La Provincia

Son jóvenes, conflictivos y sin ningún arraigo en España. Y por su historial delictivo parece que tampoco quieren tenerlo. Con 18 y 19 años, han formado una banda de cinco compinches que acumulan decenas de antecedentes –sobre todo por agresión y robo– cometidos incluso cuando eran menores de edad en Lanzarote. La Policía Nacional ha logrado detener a tres de ellos, después de que diesen una paliza a dos hombres para robarles y, a las semanas, apuñalasen a un veinteañero cerca de una casa okupa en Arrecife

Las dos primeras agresiones ocurrieron la madrugada del 18 de abril y fueron casi seguidas. Un hombre que paseaba por la calle Rambla Medular de la capital lanzaroteña fue abordado por cinco jóvenes que, sin mediar palabra, le dieron una paliza para robarle lo poco que llevaba encima: el móvil y la cartera. Patadas, puñetazos..., los golpes no cesaron hasta que los agresores se hicieron con el botín. El hombre quedó tendido en el suelo, herido, y los atacantes huyeron. Aunque no se fueron muy lejos. Su jornada de asaltos todavía no había terminado.

Los cinco amigos que, al parecer, se conocieron en el albergue para menores migrantes de La Santa, deambularon por las calles hasta que vieron a su nueva víctima. El reloj marcaba casi las seis de la madrugada.

Un taxi estaba detenido en un semáforo en rojo en la misma calle, cerca de la ciudad deportiva, y dos miembros de este grupo lo abordaron, al percatarse de que iba vacío. Se acercaron al taxista y comenzaron una conversación a través de la ventanilla, sin subirse. Al parecer, según ha podido saber este diario, le pidieron que los llevase al centro habitacional, pero el trabajador debió ver algo raro en ellos y no terminó de fiarse.

Tres jóvenes detenidos en Arrecife por robos y agresiones en una sola noche

LP/DLP

El semáforo se puso en verde y el conductor no pudo arrancar, tal y como puede comprobarse en el vídeo que acompaña esta información al que ha tenido acceso LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas y que recogió la posterior agresión. Los dos amigos, finalmente, se suben y hacen señas a los otros tres para que vayan corriendo. Así lo hacen. Sin mediar palabra, abren la puerta trasera y dos de ellos acceden al vehículo. El último aguarda fuera a sabiendas de que, tal vez, el viaje en taxi no es lo que les interesa.

En el interior del coche se desata una discusión, presuntamente, al negarse el conductor a darle la recaudación que había hecho esa noche de trabajo, así como otros enseres personales. El taxista trata de zafarse de ellos y baja del vehículo, pero no lo logra.

En el exterior, comienza la paliza, que ha quedado grabada. De nuevo, como con su anterior víctima, se suceden las patadas y los puñetazos. En la secuencia también parece que logran tirarlo al suelo y lo golpean con la puerta del conductor. En ese momento, uno de ellos vuelve al coche a coger alguna pertenencia, los otros cuatro –todos de nacionalidad marroquí– echan a correr y este los sigue. El rastro se les pierde por una zona ajardinada.

En libertad

Tanto el taxista como el paseante, que necesitaron asistencia sanitaria, denunciaron los hechos. La Policía Nacional, gracias a los relatos, logró detener a tres de los cinco autores, que fueron puestos a disposición judicial y decretó su libertad. 

Tres días después de los ataques, el Cabildo de Lanzarote ordenó el cierre de La Santa. Ya no tenían a donde acudir, aunque tampoco podían. Los cinco asaltantes fueron expulsados del centro por su conflictividad. Al parecer, iban a ser trasladados a la Península pero en el trayecto al aeropuerto se dieron a la fuga. Desde entonces, deambulan por las calles, generando alarma social.

De hecho, tras quedar en libertad, los tres detenidos participaron en el apuñalamiento de un joven de 20 años en la calle Fajardo. Volvieron a ser arrestados en una casa okupa. Esta vez, el juez sí ordenó el ingreso en la cárcel para el autor de la cuchillada. Sus dos compinches en esta última agresión siguen en las calles; y los otros dos, en paradero desconocido. Los agentes mantienen la investigación abierta para darles caza.