Hace más de un mes que los alumnos de tercero de la ESO del IES Jinámar comenzaron un proyecto e investigación sobre el lavado de manos; sus beneficios y las consecuencias de una mala higiene.
Mediante un texto y un vídeo investigaron y aprendieron sobre los problemas y enfermedades que podría causar la escasez de limpieza como los problemas respiratorios y las enfermedades diarréicas pero, en particular, sobre la enfermedad de la lepra. Con la llegada el 15 de octubre del Día Mundial del Lavado de Manos por Unicef y la conferencia el día 16 de una enfermera al instituto, que había sido partícipe de un proyecto de voluntariado en Mozambique llevado a cabo por la enfermera Estrella Arjomil en la región de Cabo Delgado, tomaron mayor conocimiento de este problema, siendo conscientes de la realidad existente en otros países pobres, donde la falta de agua, de recursos y de educación hacían latente y existente enfermedades graves, y no tan graves, que terminaban con el desenlace de la muerte. "Nos comunicamos con Estrella por wasap y le dijimos que la queríamos apoyar en su proyecto y que lo que hacía era una labor muy grande", contó Andrea emocionada. "Luego le escribimos una carta para contarle todo lo aprendido, que le llegarán dentro de poco."
Desde entonces se propusieron hacer más grande su pequeño proyecto, y con la elaboración de jabón propio y la venta posterior de este, recaudar 100 euros para ser partícipes del proyecto social que se estaba dando en el país africano.
"A partir del texto argumentativo fuimos clase por clase de nuestro centro para explicar el proyecto de venta que estábamos llevando a cabo", explicó Eddi, uno los alumnos. "También hicimos un vídeo explicando paso a paso la elaboración del jabón y cómo íbamos a venderlo", remató Kilian, su compañero. "Primero colamos un litro de aceite. Añadimos medio litro de agua y 125 gramos de sosa cáustica a un cubo, y le añadimos el aceite. Lo removemos todo con unos guantes de goma, por seguridad, con una pala de madera, y le añadimos esencia para que huela bien", explicó Ariz. "Después hay que esperar a que se cure durante cuarenta días."
"Estuvimos vendiendo 200 pastillas de jabón durante una semana por nuestro instituto y llegamos a recaudar 75 euros", añadió Atamán, de 15 años. Y aunque la finalidad era vender todas las pastillas a un precio de 0'50 euros cada una, los catorce alumnos de la clase de Yolanda Ortega se sienten orgullosos y contentos. "Podemos decir que realizamos el 75% del proyecto", afirmó su profesora. "Nunca habíamos hecho jabón, y nos ha gustado la experiencia", confesó Yarib. "Sobre todo saber que estás ayudando a gente necesitada"
Esta clase sigue un programa pedagógico especial conocido como Aprendizaje Servicio, que consiste en la educación de los alumnos mediante la realización práctica de una serie de actividades, que no sólo les sirve para mejorar su currículum académico, sino que también se combina con el servicio comunitario. De esta forma, los jóvenes participan activamente en proyectos sociales de su entorno para contribuir a la creación de una sociedad más justa e inclusiva. "Es un método para que los alumnos tomen conciencia sobre los problemas y entiendan que la realidad, aunque dura, puede cambiarse si alguien toma parte de ella", afirmó Ortega.
Tras la finalización de la campaña sobre la elaboración de jabón, estos estudiantes de entre catorce y dieciséis años participarán en otro proyecto durante el mes de noviembre, esta vez centrado en la violencia de género. Mediante charlas sobre el tema de la prostitución y la trata de blancas, los alumnos aprenderán esta otra situación social. "Vamos a realizar cuentos sobre el tema y a concienciar a otras clase", afirmó Eddie.
