La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández Jorge, parafraseó esta mañana a Xavier Aparisi, promotor de programas socialdes, para destacar que la ciudad "está saliendo esperanzadamente" del pozo económico en el que se encuentra y que en lo que queda de mandato el Ayuntamiento podrá dedicarse de lleno a lo que estima importante, una vez solventado lo urgente. Lo urgente era en junio de 2015, cuando tomó posesión, aligerar la deuda con los bancos -de 110,8 millones a los algo más de 93 actuales- y restaurar la buena imagen de la institución ante los tribunales y otras administraciones. Lo importante es, según expuso, pagar en los próximos seis años seis millones de euros a los proveedores, los generadores de empleo en la ciudad, que sufren la morosidad de la administración local durante 384,04 días frente a los dos meses que marca la ley. Con ese presente, el futuro es colocar a Telde en el "lugar que por población e historia se merece" y apuntó la senda de la recuperación económica e incluso emocional iniciada como la principal baza para conseguirlo. No se quedó tampoco a medias tintas al recordar una frase lapidaria: "Gran Canaria avanza si Telde avanza" para comprometer al resto de la Isla con la resolución de la maraña de la ciudad.

En su intervención en el Foro Editorial Prensa Ibérica celebrado esta mañana en el hotel Santa Catalina, la mandataria teldense expuso la realidad socioeconómica del municipio, con más de 102.000 habitantes, que desgranó con un relato sin triunfalismos donde lo que llamó el "doble corsé" que le imponen las deudas continúa marcando el devenir de la administración local, aunque estos dos años y medio de gobierno han permitido que ya se pueda respirar con menos presión. Contrapuso el trabajo constante y comprometido del grupo de gobierno -en minoría desde diciembre de 2016 con 10 de los 27 concejales del pleno-, como la mejor medicina a tanta angustia y estrés, de pasar de un servicio de urgencias a una consulta de centro de salud en clara referencia a que a día de hoy, Telde puede mirar al futuro con más nitidez que al inicio del mandato, con problemas de salud, pero sin peligro mortal.

Hernández Jorge, quien dio por evidente que no habrá nuevas incorporaciones a su grupo de gobierno porque el 'molde' ya está hecho, si pidió a todos los partidos que no se escenifique el 10 contra 17 en el pleno, sino que "los 27 concejales estemos unidos para luchar todos juntos por el municipio y sus habitantes", anteponiendo el bien general a los fines partidistas. Y consciente de que hay mucho trabajo por hacer, presentó los retos que, evitando el "cortoplacismo para que el próximo gobierno no se encuentre con problemas sin solucionar". Así, la recuperación socioeconómica, la administración electrónica para ser más eficaces ante la ciudadanía, la recuperación del prestigio de la ciudad en los tribunales y otras administraciones y la mejora de la prestación de los servicios esenciales son los asuntos de la hoja de ruta hasta mayo de 2019 y que, sin gestos de cara a la galería, confía en que la labor de los ediles que preside los lleve a buen término.

La alcaldesa fue presentada por el empresario Sebastián Grisaleña como una persona abierta al diálogo, buena gestora de equipos y con una gran voluntad de trabajo. Antes, Antonio Cacereño, director de LA PROVINCIA/DLP, recordó que preside el cuarto municipio más poblado de Canarias, "con una difícil situación económica que quiere revertir" ante un nutrido grupo de asistentes a este acto, patrocinado por Editorial Prensa Canaria, Editorial Prensa Ibérica, JTI, Canaragua y Lopesan.

Carmen Hernández fue al grano desde el principio de su intervención y dibujó el escenario de una ciudad con deudas, con una población alicaída de tanta decepción con su institución más directa, "que lleva sin repetir gobierno en los últimos 15 años y que contrajo una deuda de 75 millones de euros con el Estado por los créditos ICO que han afectado al municipio". Apuntó en este sentido el doble corsé que considera sufre la corporación -el del pago de la deuda a los bancos, ya encauzada por una reducción de casi 17 millones, de 110,8 millones a algo más de 93 y con una bajada del 151% de los recursos comprometidos para este abono al 107,23%, dentro de la legalidad del 110% permitido por ley- y el segundo plan de ajuste, "que nos impide bajar la presión fiscal". Pero tuvo palabras de esperanza, ya que con el presupuesto de 2018 ´"tendremos un superávit de 11 millones al gastar 84 millones e ingresar 95, con lo que se podrá pagar antes de 2032 los créditos concedido por el Estado".

Asimismo, la regidora teldense destacó la salvación de las empresas públicas Gestel y Fomentas, en la 'guillotina' por la exigencia del Gobierno de España de su eliminación por sus deudas. Dos años después, dijo, ambas disfrutan de una buena salud financiera y su actividad es decisiva para las actividades culturales y las obras de viviendas tanto en Jinámar como en Melenara, los dos focos en los que se centraliza el área de Vivienda que precisamente dirige Hernández Jorge.

Y si importante ha sido pagar a los bancos, no menos ha sido para su grupo de gobierno recuperar la imagen de responsabilidad institucional ante los tribunales y otras administraciones públicas. De ser una corporación que ha perdido infinitos juicios por no presentarse o no tener abogados, se ha pasado a la aprobación por los juzgados de "un pago de pago de 28,2 millones de euros para sentencias condenatorias firmes de expropiaciones, de los que se han pagado ocho millones en tres meses -de finales de diciembre de 2016 a marzo de este año- y que ha supuesto un ahorro de tres millones en intereses. Hemos hecho justicia con los expropiados y hemos desatado ese nudo gordiano".

Hernández también admitió que la prioridad a partir de ahora, una vez que se ha normalizado el pago a los bancos, es saldar las deudas con los proveedores, "empresarios que generan empleo y a los que no hemos podido pagar antes por las limitaciones de personal, porque hay que recordar que Telde no tiene un problema de liquidez, sino de medios para tramitar las facturas. Por ello, hemos solicitado funcionarios en comisión de servicio al Estado, pero no nos han respondido y si hay que volver a Madrid como hicimos en 2016 a explicar nuestra situación, iremos".

Respecto a las facturas impagadas -y aquí no solo señaló a los políticos, sino también a los jefes de servicio por dejarlas en los cajones-la alcaldesa argumentó que su abono debe realizarse para que respiren las empresas, sobre todo en un municipio que aunque ha bajado su número de desempleados de 17.317 a 12.314, "sigue siendo una cifra inaceptable y solo nos queda seguir trabajando".

Sin embargo, no todo es desolador cuando habló de Telde. Así, hizo referencia a los 50 millones de euros de inversión privada en estos dos años y medio de mandato, de la fortaleza de las ocho zonas industriales que integran a más de 400 empresas, de los 30 millones de euros de inversión pública, que mejorarán el litoral, acabarán obras ansiadas desde hace años o proyectos medioambientales como el corredor ciclista y peatonal desde la costa de Jinámar al barraco de Los Cernícalos y de la aprobación del Plan General de Ordenación antes de que finalice 2018, una de las bazas para el desarrollo económico al garantizar la seguridad jurídica a los inversores.

No obstante, Carmen Hernández destacó por encima de consideraciones económicas y planes de futuro, el verdadero tesoro de Telde: su ciudadanía, "que demostró con las trombas de agua de 2015 y el incendio reciente en la cumbre ha demostrado la grandeza de los teldenses y la de una ciudad histórica y con una vida cultural activa".