Desde primera hora de este martes la playa de Silva vuelve a ser de todos los teldenses después del derribo de varias casetas de madera en la que han vivido durante meses una decena de personas y que ocupaban ilegalmente suelo público. Además, se han limpiado las dos toneladas de basuras acumuladas, donde lavadoras, neveras y otros electrodomésticos se habían convertido en el 'mobiliario' habitual del lugar.

Gloria Cabrera, concejala de Playas, Urbanismo y Patrimonio, anunció este mediodía el fin de esta situación que desde hace meses preocupaba a su departamento y que ante la desidia de la Demarcación de Costas de Canarias por resolverla, ayer y hoy se procedió al derribo y limpieza de Silva, donde la labor realizada por el personal de la concejalía y los 15 operarios del programa de empleo de Zonas Agrarias Deprimidas (ZAD) procedente del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) ha permitido la recuperación ambiental de esta playa, cercana a El Goro.

Cabrera alabó la tarea de los trabajadores y su compromiso para adecentar la cala, que ha quedado totalmente acondicionada para el uso de los bañistas, al tiempo que destacó que ahora "se ha vallado el acceso de los vehículos a Silva a la espera de encontrar la solución más adecuada". Un cierre que evitará que se produzcan más vertidos ilegales en la playa, que se había convertido, explicó la concejala nacionalista, "no solo en un lugar donde residían personas en un espacio público, sino en un vertedero".

Desde Playas se estudian medidas permanentes para impedir que se repitan estos hechos y se garantice que esta playa para las familias no se convierta de nuevo en un coto de ciudadanos, cuyas fiestas nocturnas o la suelta de animales catalogados como peligrosos han obligado a todos los usuarios a no acudir a ella. Una vigilancia permanente por parte de vecinos de la zona, patrullas de la Policía Local y personal de la concejalía son algunos de los aspectos que se analizan.

Respecto a si la playa de Silva se someterá a algún tipo de recuperación, Gloria Cabrera aseguró que "somos más partidarios de que la Naturaleza regenere la zona, una vez que la hemos limpiado y retirado las casetas. Intervendríamos en ella si vemos que supone algún peligro para los ciudadanos, pero no haremos algo por hacerlo".