Las colonias de gatos proliferan en los parques y zonas ajardinadas de Telde Taliarte, La Garita, los parques urbanos de San Juan y de La Barranquera o la zona del inconcluso Palacio de la Cultura y las Artes, son algunos de los focos detectados por sociedades protectoras de animales, que reclaman al concejal Abraham Santana, titular de Protección Animal, la aprobación cuanto antes de la ordenanza que regule esta realidad.
Incluso hay casos de vecinos que pagan de su bolsillo la comida y algunos la esterilización de los gatos o llevarlos al veterinario si están enfermos, lo que les supone un gasto que debería correr a cargo de la corporación municipal. Son personas que prefieren mantenerse en el anonimato porque, afirma una de ellas, "si sale publicada mi labor con mi nombre o el lugar donde la realizo, podría tener un efecto más negativo que positivo para solventar el problema".
De hecho, esta fuente se ha gastado más de 2.000 euros en la esterilización de gatos enun parque de la ciudad, además de una importante suma de dinero en comida. Lo hace en su tiempo libre y siempre anda vigilante para que los animales de los que se encarga estén bien atendidos.
"Sin ordenanza municipal de animales desde 2002, pérdida de partidas presupuestarias para la creación de un centro de animales, un depósito con animales donde hay amianto", apuntan fuentes consultadas, "son ejemplos de la desidia con la que este concejal trata un área como Protección Animal, sin contar que Telde es el único municipio de Gran Canaria que no se ha inscrito en la Red Canaria de Animales, fundada en Telde y que ha logrado muy buenos resultados para mejorar las condiciones de vida de los animales".
La falta de una campaña de esterilización por parte de las autoridades municipales propicia la aparición de más felinos callejeros y el aumento de las colonias localizadas por amantes de los animales en lugares de costa como Taliarte y La Garita, en los dos parques urbanos del centro de la ciudad o el descubrimiento en las últimas semanas de gatos en el entorno del denominado auditorio de Arnao.
Sin embargo, algo han paliado residentes de esas zonas, quienes se preocupan por dar comida a los felinos concentrados en sus colonias, pero esta labor no solo cuesta tiempo, sino también, un importante desembolso económico que corre a cargo de sus ahorros.
Una de ellas, quien prefiere mantenerse en el anonimato, admite que ha desembolsado varios miles de euros para frenar el aumento de la población felina, "además de dinero para comprar piensos y carne, además de pagar al veterinario cuando llevo a alguno enfermo a la consulta".
Lo peor que lleva, sin embargo, es la falta de atención del personal del parque donde alimenta a los animales. "He puesto recipientes transparentes para los gatos, pero siempre me los quitan, aunque están siempre limpios y sin basura porque me preocupo de asearlos".
La gente que la observan aplaude su gesto y van a ver a los gatos, pero ninguno de los ediles del área ha hecho algo en este mandato, dice.
