El policía acusado de intentar asesinar a su expareja en Telde así quedó registrado en una grabación que se reprodujo en el juicio en su contra. José Betancort se sentó en el banquillo por golpear y acuchillar 64 veces a su expareja cuando ella preparaba el biberón del hijo de 11 meses que tienen en común.
La mujer, que adquirió una grabadora al sentir que nadie le creía que el imputado era violento, decidió encender el aparato cada vez que él se comunicaba con ella, lo que no imaginó es que registraría el brutal ataque que le propinó su expareja. Esta grabación se reprodujo ayer como parte de la prueba en contra del acusado.
En el audio se escuchó cómo el hombre mantuvo una discusión con la agredida por el pago de los recibos de la vivienda de este, ya que la víctima decidió regresar a la casa del padre de su bebé después de haberse separado de él. Esta situación no fue del agrado del policía, por lo que le insistió a la víctima que se buscase una casa en alquiler que él costearía. La mujer le respondió que no encontraba un piso que se ajustase al presupuesto que tenía y pidió tiempo al acusado para conseguir un empleo con el cual pagar sus gastos.
El mando del garaje del piso fue otro detonante y en la grabación se escuchó cómo se lo reclamó. La mujer le indicó que no podía dárselo porque lo compró ella y que lo necesitaba para acceder a la vivienda con el bebé cuando lloviera o cuando hiciera la compra. "Bájale que me estás poniendo nervioso", se oyó en el audio, tras insistirle en que debía darle el mando.
La agresión empezó una vez que la víctima fue a la cocina a preparar el biberón del bebé, el procesado se quedó con el niño y le dijo "lo siento mi amor, tranquilo". Minutos después comenzaron a escucharse los gritos desesperados de la mujer. "Auxilio, socorro, me mata", fueron las frases que acompañaron los lamentos de la agredida.
"¿Esto era lo que querías, dejar huérfano a tu hijo?", dijo el acusado cuando perpetraba el ataque, mientras que en el fondo se escucharon los gritos de los vecinos que le pedían a Betancort que parase la agresión. A estos lamentos se le sumaron los del padre del acusado, que golpeó varias veces la puerta para tratar de entrar a la vivienda.
"No puedo abrir la puerta, llamen a la Policía. Auxilio, me acuchilla", gritó la víctima, mientras que su agresor respondía "ya está hecho, esta tía está abusando de mí, me denunció falsamente. Papá cuida del niño".
Una vez que transcurrieron varios minutos la voz de la mujer dejó de escucharse porque se hizo la muerta para tratar de que él dejará de apuñalarla. De esta manera lo declaró la víctima en el juicio. "Te quiero hijo a pesar de todo, hasta nunca", expresó el acusado antes de que la Policía accediera al domicilio y le detuviera.
Informe forense
El informe forense realizado por el Instituto de Medicina Legal (IML) arrojó que la mujer sufrió 64 heridas incisas en todo el cuerpo por las que requirió 137 días para su curación, de los cuales siete fueron de hospitalización. Producto del ataque presentó secuelas motoras y sensitivo motoras de origen periférico en el antebrazo, agravación de trastorno depresivo y perjuicio estético moderado.
Los peritos también afirmaron en su informe que el acusado presenta un trastorno ansioso depresivo que afectó sus capacidades volitivas, ya que estuvo de baja médica y tratamiento farmacológico antes de los hechos por depresión. Además, la forense explicó que solicitó en el momento de su detención que se activase el protocolo antisuicidios con el acusado. Otro estudio sobre prevención de riesgos realizado por los peritos del IML reseñó que el nivel era bajo, un resultado con el que discreparon las acusaciones pública y privada ya que aseveraron que no se cumplió con el protocolo correcto para este test.
Dos peritos propuestos por las acusaciones indicaron que hubo errores en el estudio realizado al acusado y que además no se tomó en cuenta a la víctima. "Cuando se comete un acto violento el nivel de riesgo aumenta a extremo según el protocolo", explicó la forense.
Por todo esto, la fiscal Cristina Coterón calificó los hechos como intento de asesinato con las agravantes de parentesco y razones de género y solicitó 15 años menos un día de prisión, al igual que la letrada de la acusación particular Carmen Lozano Fernández. También pidió la privación de la patria potestad del menor y una orden de alejamiento durante el tiempo que dure la condena.
La defensa, representada por Concepción Viera Carrera, manifestó que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones con la eximente de enajenación mental, y en caso de no ser aprobada que se le baje la condena a 11 meses y ocho días con la atenuante de dilaciones indebidas.