Un joven se enfrenta a 20 de años y medio de prisión por abuso sexual y ciberacoso infantil. El acusado, presuntamente, contactaba con las víctimas menores de 16 años a través de las redes sociales, “prevaliéndose de su corta edad y de la vulnerabilidad de las mismas, con la consiguiente facilidad para doblegar su voluntad”, se ganaba la confianza de ellas y después las amenazaba con difundir las fotografías en las que aparecían semidesnudas, contar los hechos a sus padres o amigos, así como agredirlas tanto a ellas como a sus familiares.

El próximo miércoles se sienta en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas el investigado W. R. T. de 29 años acusado de cometer dos delitos de ciberacoso sexual infantil; uno de ellos en concurso real con un delito relativo a la prostitución y corrupción de menores, en la modalidad de utilización de menores de edad para la elaboración de pornografía infantil, abuso sexual a menor de 16 años, descubrimiento y revelación de secretos y amenazas.

La Fiscalía sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que el procesado contactó con una menor de 14 años en marzo de 2016 a través de Facebook y, tras lograr que ella le enviase fotos desnuda, “comenzó a amedrentarla con difundir las mismas así como revelar las conversaciones que ambos mantuvieron vía Whatsapp, acudir a su domicilio para agredirla tanto a ella como a su madre y amigos” si no continuaba mandándole más imágenes sexuales, por lo que ella siguió haciéndolo.

Tras doblegar su voluntad, logró quedar con ella en una cancha de Telde donde la amedrentó para que tuviese relaciones sexuales con él. Debido a esto la víctima “sufrió un trastorno por estrés postraumático con lesión psíquica significativa y repercusiones cognitivas y emocionales que afectan a su ámbito personal, académico y social”.

En abril del mismo año el procesado “con ánimo libidinoso”, contactó vía Whatsapp con una menor de 16 años, y “tras ganarse su confianza, le pidió que le enviara fotografías de ella en ropa interior”, pero no logró su propósito pese a “amedrentarle con presentarse en su domicilio y agredirla si no accedía a sus pretensiones”.

El investigado también envió fotografías en ropa interior realizadas con el consentimiento y conocimiento de la que fuese su pareja sentimental, menor de edad, “con ánimo de vulnerar la intimidad” de la víctima y -sin su consentimiento- a tres amigos de ella vía Facebook.

A la cuarta afectada el encausado “con ánimo de atentar contra la libertad” de ella le envió varios mensajes a través de Whatsapp en los que “la amedrentaba con abrirle distintos perfiles en páginas de contenido sexual en internet si no accedía a hablar con el mismo, por lo que ante la negativa de la menor el procesado creó varios perfiles de esta en las redes sociales Badoo y Más de 40”.

Por todo ello el ministerio público solicita una condena total de 20 años y seis meses de prisión, la “prohibición de toda actividad que implique tener bajo su cuidado o custodia a menores de edad, o contacto regular y directo con los mismos, durante 42 años y participación en programas de educación sexual para pedófilos durante 6 años.