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Armando Ravelo Director de cine

«Hemos vivido mucho tiempo de espaldas a nuestra historia»

Armando Ravelo durante un evento de promoción. | | LP/DLP

Armando Ravelo estrenó en mayo su película ‘La piel del volcán’, grabada entre el municipio de Telde y Valsequillo. Es el primer largometraje centrado en la historia de Canarias que es presentada en diferentes comunidades de la península. Hoy su equipo concluye los pases por las principales ciudades en Bilbao.

El estreno de La piel del volcán tanto en las islas como en la península ha sido un éxito rotundo. ¿Cómo nace la idea?

Fue primero una obra de teatro que estrenamos en el 2016, titulada como Ancestros. Hicimos una pequeña gira por Canarias y nos dimos cuenta de que a la gente le parecía una película. En ese momento decidimos que queríamos llevarla al cine. La primera ayuda que recibimos fue por el Ayuntamiento de Telde durante la cuarentena, después el resto de instituciones se unieron a medida que iban entendiendo el proyecto. Lo que buscábamos es contar una historia basada en la propia historia de las Islas; además es una producción completamente isleña, algo que como largometraje se ha hecho muy poco. Han participado cerca de 70 personas entre la fase de pre y postproducción y rodamos entre Telde y Valsequillo.

Una arqueóloga encuentra unos huesos humanos en Valsequillo. Ahí comienza la trama.

Sí. Aparecen en un lugar ficticio que denominamos El Paso del Canario, que enmarcamos dentro de Valsequillo. A partir de ahí vamos viendo las historias del pasado; de la postconquista, en el siglo XV, y de la postguerra, en el año 1941. Estas historias pasan sobre todo en el barrio de San Francisco; de hecho el municipio de Telde tiene mucho protagonismo en la trama.

Las historias de la película conectan directamente con la realidad de Canarias ahora.

Sí. La película tiene una trama en el presente, que habla de un caso de corrupción en el Cabildo. Lo importante es ver cómo influye el pasado en el presente y cómo al final las cosas se van hilando y tendiendo un puente entre las diferentes épocas que nos conecta directamente. A veces cuando pensamos en la sociedad del pasado no tenemos en cuenta que tenían los mismos sentimientos, miedos e inseguridades que nosotros ahora. Todas las cosas que vivimos hoy en día ellos también lo vivieron. Hay muchas historias que son cíclicas. Vamos mejorando en algunos aspectos, pero hay otros que seguimos cayendo; sobre todo en las cuestiones que tienen que ver con las emociones y con la propia sociedad. Somos herederos de todas esas historias.

Lo que quiere transmitir es que del pasado se aprende.

Claro, se aprende del pasado cuando se conoce. Por ejemplo, ahora están surgiendo nuevas corrientes de radicalizar políticamente la sociedad. Parece que todo se encona y que todo el mundo tiene una opinión que quiere imponer al otro. Eso ya pasaba antes de la Guerra Civil, y precisamente acabó en guerra aunque nadie creyese en ese momento que pudiera pasar algo así. Son cosas que pueden terminar mal, cuando la gente no escucha a los demás ni se respetan. Y estos son errores que se repiten una y otra vez a lo largo de la historia. Cuando se estudia, uno es consciente y termina evitándolos. Si no lo conoces piensas que estás inventando la vida, pero todo se ha vivido antes.

Siempre has mostrado mucho interés por contar la historia de Canarias. ¿De dónde viene tu interés?

Me interesa porque soy teldense. Ir de excursión a las cuevas con el colegio me llamaba la atención. Quería saber quienes y cómo vivían ahí... Eso me fue llevando a más preguntas. Al final crear es preguntarte cosas continuamente. Cuando descubría algo quería saber inmediatamente más... Vas creando a partir de responder preguntas. Creo que es natural que alguien de Canarias quiera hablar de Canarias, pero es verdad que somos un pueblo que hemos vivido mucho tiempo de espaldas a nuestra historia y no se ha dado de forma tan habitual. En otros lugares de España es normal hacer cine local y representar sus culturas e historia. Sin embargo, a mi me preguntan mucho que por qué lo hago.

¿Por qué te decantaste por la comunicación audiovisual para transmitir tus conocimientos?

A mi estudiar historia me emocionaba y quería transmitirlo. Pero, ¿cómo? ¿A través de una charla? Creo que el cine es una herramienta muy poderosa para tocar la fibra más sensible a la gente. Algo que hemos visto en esta gira por las principales ciudades españolas es que el público se ha emocionado con la historia e incluso en ocasiones han salido llorando. Eso es muy bonito, porque compartimos nuestra cultura, idiosincrasia y talento canario con personas que son ajenas a las islas.

Entonces esta historia trasciende en cualquier lugar.

Sí, de hecho siento menos prejuicios que con los canarios. Aunque en el Archipiélago ha gustado mucho la película (guiándome por el número de espectadores y las buenas críticas), en la península noto mas expresividad. Lo reciben de forma más abierta porque no se preguntan cosas. Lo toman como es porque no tienen ideas preconcebidas.

Eres teldense y siempre has dado valor al municipio, pero ¿también te valoran a ti?

En Canarias se repite mucho la frase «a ver si tienes suerte y te vas fuera». Yo me quiero quedar en Canarias y seguir desarrollando mi carrera. Parece que eso es un lujo, no se valora lo suficiente a la gente que crea en las islas. Incluso son los propios creadores los que no nos valoramos del todo y no nos posicionamos como deberíamos. Aún así creo que esto está cambiando, la percepción es otra. Lo están empezando a hacer bien, por lo menos en Telde ha mejorado mucho. Han tomado conciencia de la importancia que tiene y al final es algo que genera también economía. Además algo que me ha llamado la atención en mi gira es que mucha gente me ha dicho que quiere visitar los municipios de Valsequillo y Telde, o sea que también genera turismo.

Es verdad que Telde nunca se ha potenciado como municipio turístico.

Y eso que tiene una riqueza increíble. Ahora que he estado viajando por la península me he dado cuenta de que venden muchos espacios que no tienen nada que envidiar a nuestro patrimonio; tenemos un casco histórico precioso, una costa muy bonita y yacimientos importantes como Cuatro Puertas. Son valores que tenemos, pero no acabamos de potenciarlos. Sin embargo, creo que a cualquiera le encantaría verlos.

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