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Jaulas marinas ubicadas frente al barrio costero de Salinetas. | | JUAN CASTRO

Telde

El Gobierno canario realojará las piscifactorías de Salinetas mar adentro

La institución ha reordenado las zonas donde está permitido desarrollar la acuicultura | Los vecinos del litoral teldense solicitaron el traslado hace 10 años

La explotación de la superficie marina mediante la actividad acuícola ha causado desde siempre mucha polémica en los núcleos vecinales de la costa. En el municipio de Telde el rechazo siempre ha estado enfocado en los barrios de Melenara y Salinetas. Las piscifactorías instaladas a escasos kilómetros de la orilla de estas playas han generado multitud de quejas en las últimas décadas, pero las instituciones jamás han llegado a impulsar ningún cambio. Hasta ahora.

El Gobierno de Canarias anuncia que las jaulas ubicadas en esta zona serán reubicadas mar adentro. Es una actuación que forma parte del procedimiento que está llevando a cabo la institución para reordenar los espacios donde está permitido el desarrollo de actividades como la acuicultura. El director general de Pesca, Carmelo Dorta, recuerda que hace tres años que fue aprobado el Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura de Canarias (PROAC), un documento que establece los lugares donde pueden desarrollarse este negocio de manera regular.

Sin embargo, la comunidad vecinal del litoral teldense se mantiene aún a la expectativa. Desde hace más de diez años que solicitan el traslado de estas nasas de grandes dimensiones, pero sin éxito. Por eso el anuncio de que la administración regional abrió hace meses un concurso público para volver a conceder una concesión acuícola en la zona ha puesto en alerta a la mayoría de residentes. Pero, ¿qué implica esto?

El responsable político detalla que en los últimos años apenas se han aprobado concesiones acuícolas por la falta de reglamento; pero ahora, que ya se han desarrollado estudios medioambientales y de detalle de los distintos espacios marinos y con mayor rigurosidad para la elaboración del PROAC, la institución ha sido capaz de focalizar las zonas aptas para la actividad acuícola y está iniciando trámites para conceder nuevos permisos de explotación.

«Hay espacios que actualmente se están desarrollando que coinciden en parte con las zonas ordenadas en el PROAC», agrega el responsable político. «En ese caso, lo que se pide a las empresas instaladas ahí es que renuncien a la concesión que tienen aún vigente y soliciten una nueva», detalla.

Es lo que ha pasado en en el municipio de Telde. Según explica Dorta, las empresas que hasta el momento gestionaban las piscifactorías de Salinetas han efectuado una fusión y ahora el control lo lleva la empresa cántabra Aquanaria, conocida internacionalmente por el cultivo de lubina.

«Abrimos el concurso público, esta entidad se presentó y ganó, pero todavía estamos en trámites», continúa el director. Según el expediente, la actividad que ejecuten estará ubicada en la zona de interés acuícola, cuyas magnitudes son de 2.2 millones de metros cuadrados y el aprovechamiento permitido 5.000 toneladas. Sin embargo, la empresa se limitará a actuar en dos zonas concretas que cuentan con 922.165 metros cuadrados y 2.031 toneladas de aprovechamiento por una parte y 966.625 metros cuadrados con 2.129 por otra. Dorta recuerda que este proyecto aún está en exposición pública.

Algunos vecinos de la costa teldense han intentado aprovechar esta situación para conocer qué va a efectuarse exactamente en este espacio, pero el plazo para presentar alegaciones concluye el próximo miércoles y aún no han podido revisar toda la documentación necesaria. «El problema es que el proyecto no está disponibles por internet; hay que pedir cita previa en la dirección general de Pesca para que te lo explique directamente un técnico, pero es difícil que te atiendan y eso nos parece ocultismo», afirma indignado un residente de Salinetas que prefiere mantener su anonimato.

Aunque finalmente afirma que le atendieron el jueves por la mañana para explicarle que las jaulas serán trasladadas hacia el sur y con más lejanía, los documentos no le fueron expuestos en el momento. «Nos lo enviaron al día siguiente, así que ahora tendremos que sentarnos a analizarlos», afirma apurado. Entre las razones que expone para defender su oposición inicial al proyecto están las consecuencias de instalar piscifactorías en el medio marino: el mal olor, la acumulación de residuos de pienso y desechos propios del cultivo de peces y la mala imagen para la playa son solo algunas.

«Las personas que nos hemos criado en esta zona hemos podido ver el gran deterioro de nuestro ecosistema», expresa con contundencia Begoña Ruiz, otra de las residentes de la cala teldense, que cree que desde que se instalaron las infraestructuras ha ido perdiéndose flora y fauna antes presente en los fondos de esta cala. «Los vecinos que nos hemos criado en estas playas veíamos desde pequeños algas, centollos y peces de todos los tipos y ahora no queda nada», afirma incrédula. «Además antes de que estuviesen no habían tanto tiburones rondando la zona», asegura.

La vecina incide en que la polémica lleva vigente desde hace más de diez años. «Sobre el 2009 se produjo una fuerte racha de viento de sur y nos trajo a la orilla una contaminación increíble», explica. «Yo recogí muchísimas firmas por aquel entonces para que las nasas fueran retiradas mar adentro», asegura. En total apoyaron la petición un total de 2.500 vecinos, pero no llegó a efectuarse ninguna acción. «Nos reunimos con el Ayuntamiento de Telde para que impulsasen esta actuación, pero aunque se lo comunicaron al Gobierno de Canarias estos no hicieron nada», afirma. «Nos están implantando una industria en pleno núcleo poblacional, solo por eso no debería estar ahí», sostiene.

Banderas azules

El director general admite que las piscifactorías instaladas frente a la playa de Salinetas están situadas más cerca de la orilla de lo que debiesen, pero insiste en que esto no ha provocado ningún perjuicio para la cala hasta el momento. Recuerda que la costa teldense cuenta con banderas azules en la mayoría de sus playas, por lo que no es cierto que la presencia de las nasas contamine los alrededores. «Aún así la nueva concesión permitirá la reubicación de estas jaulas a un espacio marítimo más alejado de la costa, así que por esa parte no hay problema», incide.

Por otro lado, lo vecinos no son el único colectivo en contra de la instalación. El Grupo Popular mostró la semana pasada su rechazo a la instalación de más explotaciones acuícolas en el litoral de Telde y ha anunciado que llevará una moción al próximo Pleno ordinario del Cabildo de Gran Canaria para instar al Gobierno regional a revocar la nueva concesión acuícola, así como expresar el rechazo de la Corporación insular a la instalación de nuevas piscifactorías en zonas próximas a las playas de Telde por su afección al turismo y su impacto paisajístico negativo.

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