«No podíamos elegir ni decidir lo que votábamos en los plenos, nos lo imponía la ejecutiva local». Los cuatro concejales que han dejado el grupo municipal del PSOE para seguir como no adscritos en el Ayuntamiento de Telde, Agustín Déniz, Soledad Hernández, Leticia Diepa y Jonathan Hernández, llevarán a los juzgados la reelección del secretario local de los socialistas, Alejandro Ramos, al tiempo que culpan a los responsables insulares y regionales de permitir «graves irregularidades» para «proteger» a Ramos, con el que Déniz rivalizó en las elecciones internas a la secretaría del partido. 

La votación y la gestión de todo ese proceso es la causa última de la dimisión de los ediles, que deja al PSOE con dos de los seis concejales que logró en las pasadas elecciones de 2019. 

Agustín Déniz y Soledad Hernández, en nombre de los otros dos compañeros, que no pudieron asistir a la convocatoria de ayer para explicar sus dimisiones, aseguran que no tienen pensado irse a ningún otro partido y seguirán en la oposición como no adscritos hasta que expire el mandato. En ningún caso contemplan devolver o renunciar a sus actas. Déniz, incluso, solicita al Ayuntamiento conservar la dedicación exclusiva de la que viene disfrutando hasta el momento. 

Para los exconcejales del PSOE, lo «fácil hubiera sido irse en silencio», como marcan «las reglas de la política», pero eso no sería «correcto, justo ni educativo», porque tienen un «compromiso con la ciudadanía» al que vienen dedicando toda su «energía».

Los ediles aseguran que desde principio de abril vienen denunciando ante los órganos insulares, regionales y federales del PSOE «graves irregularidades» en los procedimientos de renovación de los órganos de gobierno, así como «mala praxis»; el «uso de los medios de comunicación o de redes sociales como instrumentos de acoso personal o político», e intentos de «anular o imponer» el criterio político al grupo municipal, razones por las que «no debemos seguir representando unas siglas que nos han ignorado» y se han convertido en «cómplices» de los hechos denunciados con su «silencio». 

Por ello llevarán a los juzgados de lo contencioso-administrativa estas irregularidades, con la finalidad de anular la reelección de Ramos como secretario local del PSOE, pues entienden que la asamblea extraordinaria fue ilegal al permitirse la votación de dos personas que no eran militantes del partido. Esos dos votos fueron los que decidieron la victoria de Ramos frente a Déniz.

Los concejales aclaran que la denuncia no es de «mentirosos ni una pataleta de perdedores», sino que está documentada con correos que evidencian presiones para influir en las votaciones de los plenos y, sobre todo, en «sólidas» interpretaciones de los estatutos socialistas, que confieren «plena autonomía» al grupo municipal para decidir el sentido de su voto en los plenos.

Estos supuestos acosos o presiones fueron llevados por Soledad Hernández a la comisión regional de ética del PSOE. Tras varias reuniones, se llegó a un acuerdo o protocolo para reconducir la situación, pero Hernández considera que se volvieron a incumplir los estatutos del partido. Afirma que la ejecutiva local mandó a gente de su cuerda a las comisiones para «vigilar» las sesiones de control al gobierno, recibiendo la amonestación de la presidenta de la mesa porque sólo pueden estar presentes los ediles electos.

Todos esos incidentes, incluso «insultos» en la redes sociales y hasta un supuesto amaño de la lista electoral, han sido comunicados a la cúpula del PSOE, sin que «nadie con autoridad orgánica o política haya puesto remedio a esta situación», añaden.

Lágrimas en la ermita

En la rueda de prensa de ayer se vivieron momentos de bastante tensión, con algún que otro ciudadano que increpaba desde el fondo de la ermita y una ristra de preguntas a cuchillo. Tanto Agustín Déniz como Soledad Hernández respondieron a todo lo que se les preguntó sin perder la paciencia. Hernández, eso sí, rompió a llorar tras la comparecencia, visiblemente afectada por la decisión tomada y por las explicaciones dadas de su marcha del PS0E. «Soy maestra. Estuvieron ocho años detrás de mí para que entrara en política. Les recuerdo que a todos nos vinieron a buscar», afirmó poco antes de abrazarse con una asistente y romper a llorar. «No me quedan ganas de irme a ninguna formación», añadió. «No estoy en el mercado de fichajes», agregó Déniz ante los rumores que lo sitúan en la órbita de Nueva Canarias. | M. R.