Wilson, tres décadas de ritmos de noche

Corría el año 1993 cuando un joven de 21 años se ponía por primera vez detrás de una mesa de mezclas para cubrir la baja de un DJ que no había podido acudir a la Discoteca La Bamba, en Playa del Inglés. La pasión por la música que le dio las fuerzas para subir al escenario a Luis Miguel Ruiz, más conocido por su nombre artístico DJ Mr Wilson, permanece intacta treinta años más tarde. El artista de la noche ofreció este viernes su primer concierto lejos de Canarias, específicamente en un bar de Bilbao, ciudad en la que reside desde hace un año.

El interés por las mezclas nació para Mr Wilson desde que oyó por primera vez las clásicas cintas de Max Mix en la década de los ochenta, pero hasta que no tocó por primera vez la mezcladora de sonidos no se animó a dejar a un lado su vocación por la arqueología. "Cuando empecé, nosotros pinchábamos en discos de vinilo. Nos traían la música y era un arte trabajar porque era todo más artesano. Había que coger el disco, colocarlo, pincharlo y mezclarlo. Si es verdad que era un poco más complicado, mientras que ahora hay mucha más comodidad", relató el DJ. 

Pese a que empezó a una edad temprana en la profesión, el músico señala que su entorno siempre le apoyó porque otros familiares y conocidos también se movían en ese ambiente. "Lo único malo es que a mi madre le preocupaba si llegaba tarde a casa porque la noche es una locura y puede pasar de todo. Siempre que terminaba de pinchar me preguntaba si había llegado a casa, pero es lo normal, que una madre se preocupe por su hijo", explicó el artista. 

"Cuando empecé, nosotros aún trabajábamos con los discos de vinilo", subrayó el DJ

"Me gusta transmitir buena música a toda la gente a la que le gusta bailar y, si la gente disfruta, yo también lo hago" incidió Luis Miguel Ruiz. El originario del municipio de Telde, que también ha residido en distintos municipios de Gran Canaria, comenzó pinchando en las discotecas y pubs del sur de la Isla, sobre todo de la zona de Playa del Inglés, donde conoció y aprendió de muchos de sus referentes, como los hermanos Medina, los hermanos Acosta, Quique Suárez o José Jerez. 

Sin embargo, su principal tutor en la industria siempre fue DJ Salva, que le enseñó muchos de sus secretos para crear las mejores mezclas. También fue el artífice de una de las etapas profesionales de las que guarda un mejor recuerdo, que fue la que vivió en Lanzarote entre 2001 y 2002. "Era una época maravillosa en la que casi todos los DJs de Gran Canaria estábamos trabajando allí", remarcó el artista, que rememora con especial cariño una noche que vivió en la Isla, en la que un cliente se ofreció a comprarle 10 CD’s, por los que le pagó 150 euros. 

Cambio de paradigma

El DJ, que se identifica en especial con la música de los sesenta y los ochenta, admite que en estos treinta años de carrera una de las cosas a las que más le ha costado adaptarse es al cambio en el panorama cultural. "Ahora predomina un estilo de música que es el reggaeton y yo eso lo respeto y, si tengo que pincharlo lo hago, pero no es lo que más me gusta», hizo énfasis. 

El músico continúa con su sueño a través de sus primeros proyectos lejos del Archipiélago. Gracias a Yolanda Pérez, gerente de un bar de Bilbao, zanjó estos días su primer evento, del que salió colmado de aplausos y felicitaciones. "Mi esperanza es trabajar también en la Península Ibérica para transmitir a toda esta gente el talento que hay en las Islas", zanjó.

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