El ejemplo histórico de Francisca de Pedraza, la primera mujer que denunció a su pareja por violencia de género en el siglo XVII

La historia de Francisca de Pedraza es conmovedora. Huérfana, se crio en un convento de Alcalá de Henares, en Madrid, hasta que un día, en una de sus salidas a la calle, un señor que le triplicaba la edad se fijó en ella y pidió en el convento casarse con ella. Una boda en el año 1612 que detrás traería años duros para Francisca de Pedraza, que tuvo que aguantar un infierno por parte de su marido, con golpes, insultos y malos tratos cada día. No se sabe con certeza si Francisca fue la primera mujer que denunció y se divorció, pero lo que sí se sabe es que 400 años después estas situaciones siguen repitiéndose en una sociedad que no ha avanzado del todo y que todavía tiene mucho que aprender.

El instituto de educación secundaria Lomo de la Herradura ha sido el primero de los tres en la isla que van a poder presenciar esta obra de teatro, ambientada en la historia de Francisca de Pedraza y que se estrenó la última semana de noviembre en el teatro CICCA. Los otros dos institutos que lo podrán disfrutar son el de Guía y Santa Lucía de Tirajana. Una decisión que según la delegación del Gobierno de Canarias, que han sido los encargados de llevar a cabo esta propuesta y difundirla, ha sido por el simple hecho de poder ofrecer la obra en un centro del norte, del sur y del centro de la isla, para que todos los alumnos tengan la oportunidad. Sin embargo, la idea es llevarla a un teatro, y que la gente acuda a verla.

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Desde el centro educativo, en Telde, han ido poco a poco adentrando al alumnado en la historia, apoyándose en el día contra la violencia de la mujer, que se conmemoró el pasado 25 de noviembre. "Fue una sorpresa que eligieran este instituto en concreto para desarrollar la obra", explica una de las profesoras. "Me llamó el delegado del Gobierno y me dijo que estaban interesados en hacerlo en La Herradura porque les habían dicho que aquí se trabajaba la igualdad", asegura.

Ahora, el objetivo es que la obra, protagonizada por Jon Arráez y Marta Fuenar, llegue a la Universidad de Alcalá de Henares, lugar en el que nació toda esta historia. Y es que Ignacio Ruiz, catedrático de Derecho en la Universidad Juan Carlos I de Madrid fue el encargado de descubrir esta historia mientras hacia una tesis doctoral sobre la jurisprudencia de la Universidad de Alcalá de Henares. Unos documentos archivados que le llamaron la atención y que empezó a investigar hasta dar con el caso. "Ignacio se emociona mucho cuando le hablamos de esta obra y está muy contento de que la estemos llevando a cabo", explica Fuenar. "Nunca quiere quedarse con el dinero que recauda de este tipo de cuestiones que tengan que ver con la historia, sino que lo recauda porque asegura que todo esto forma parte de su trabajo y su investigación", asegura.

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Los alumnos que tuvieron la oportunidad de presenciar la obra fueron los de tercero de la ESO y primero de bachillerato. Dos grupos que se sobreentiende que están capacitados para captar la realidad de lo que están intentando plasmar los actores. Sin embargo, un pequeño grupo insignificante demostró que no lo estaban, avivando el debate de sobre si la sociedad de hoy en día ha avanzado o no con respecto a años atrás. Según los protagonistas Marta y Jon, sí. "Al final de la obra los coloquios son extensos, hay gente que tiene muchas ganas de preguntar y al final eso significa que están empatizando", comenta Marta.

Una obra de una hora en la que Marta Fuenar intenta poner en contexto una historia que lo único que se sabe es que transcurrió desde el año 1612, cuando Francisca de Pedraza se casó con su agresor, Jerónimo de Jaras, y hasta 1624, cuando después de muchos intentos, un juzgado da la razón a la víctima y le acepta el divorcio, que en aquella época consistía en que ella pudiera vivir en otro techo que no fuera el de su marido, y en tener una orden de alejamiento. Casi diez meses de trabajo sin parar en los que tanto Marta como Jon han aprendido mucho, se han complementado e incluso han ido más allá, pensando en nuevos proyectos juntos.