Bake Off: El Gran Pastelero, el concurso culinario que busca al mejor pastelero amateur del país, es la nueva apuesta de Cuatro. El programa se estrenó en la noche de este miércoles. Los concursantes se baten en duelo para conseguir impresionar al jurado con sus elaboraciones, en este caso de alta repostería.

Entre los candidatos hay una canaria, una tinerfeña de 28 años, ama de casa, madre y pastelera aficionada. Tiene unos principios muy fuertes y asegura que "El objetivo de mi vida, y de la de todos los creyentes, debe de ser glorificar a Dios".

La isleña no ha pasado desapercibida entre los usuarios de Twitter, principalmente por su vídeo de presentación, en el que Alba dijo: "quiero amar a mi marido como Dios me pide para poder obedecerlo" y ha creado controversia en las redes, tanto de seguidores como de detractores.

La tinerfeña ha llegado a la prueba final del primer programa con una tarta a la que ha llamado '8:15', representando un versículo del libro de Lucas, que habla sobre la semilla cuando cae en buena tierra da fruto en abundancia y ha querido representar ese florecer de la tierra. Alba consiguió con su elaboración el "Wow" del jurado, compuesto por Betina Montage, Daniel Álvarez y Miquel Guarro, y seguirá una semana más en Bake Off.