Las lunas de Marte, Phobos y Deimos, serían un reservorio único de materiales que se desprendieron del planeta rojo en el pasado. Como en ese momento Marte contaba con un entorno más amigable para la vida, distintos investigadores sostienen que las lunas marcianas dispondrían de restos excepcionalmente conservados de ese período: serían el mejor lugar para encontrar evidencia de vida.

Aunque múltiples teorías científicas han establecido la posibilidad de la existencia de alguna forma de vida en Marte en la actualidad o en el pasado, y diferentes proyectos de exploración espacial se han concentrado en la búsqueda de biofirmas u otros indicios que permitieran confirmar estas hipótesis, hasta el momento los resultados no han sido concluyentes.

¿Será quizás que la búsqueda no debe centrarse solamente en el planeta rojo sino también en sus lunas, Phobos y Deimos? Mientras el rover Perseverance explora la superficie marciana y la misión Mars Sample-Return (MSR) de la NASA se concentra en Marte, una visión alternativa afirma que quizás deberíamos tener más en cuenta a las lunas marcianas.

Un pasado muy diferente

De acuerdo a un estudio publicado recientemente en la revista Science por dos científicos de la agencia espacial japonesa (JAXA), la exploración científica de Marte durante las últimas décadas ha permitido hallar claros indicios en torno a que la superficie marciana albergaba espacios habitables al principio de su historia, como así también evidencia de los componentes básicos de la vida en forma de moléculas orgánicas.

Para estos investigadores, Marte es actualmente reconocido como un planeta «paleohabitable», una condición que refleja su antigua habitabilidad. ¿Dónde estarían, entonces, los rastros de esa antigua vida? Según un artículo publicado en Universe Today, es más probable que los encontremos en Phobos y Deimos que en el propio Marte.

Las condiciones de Marte al inicio de su historia incluirían diversas características que lo habrían hecho habitable en ese momento: temperaturas en un rango biológicamente adecuado, una atmósfera que todavía no había sido suprimida y agua líquida disponible en su superficie. Estas condiciones fueron cambiando radicalmente con el tiempo, pero los científicos creen que las lunas de Marte pueden contener aún rastros concretos de ese pasado.

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Las lunas de Marte nos hablan de su historia

Si la vida en el primer Marte estuvo sometida a impactos de asteroides y otros eventos extremos, un porcentaje importante del material expulsado por el planeta en ese contexto se habría depositado en sus lunas. Por ejemplo, los científicos estiman que más de 1.000 millones de kilogramos de material expulsado desde Marte se depositaron de manera relativamente uniforme en la superficie de Phobos, conformando un porcentaje importante de la superficie de esta pequeña luna.

Phobos no puede sustentar vida por sí misma: no dispone de agua y recibe permanentemente la radiación solar y los rayos cósmicos más extremos. Sin embargo, al igual que Deimos cuenta con una ventaja a considerar: no está sujeta a los cambios constantes que presenta la superficie de Marte, afectada por tormentas de polvo y viento que generan erosión y «borran» datos geológicos e indicios del pasado.

En consecuencia, los especialistas piensan que cualquier firma biológica que haya aterrizado en las lunas marcianas desde el impacto de un asteroide probablemente se encuentre en la misma posición en este momento, manteniendo sus condiciones originales. De esta forma, estudiar estas lunas podría llevarnos a obtener datos concluyentes sobre la vida que habría existido en Marte.

Es así que la misión Mars Moons eXploration (MMX) de JAXA planea regresar a la Tierra con muestras de Phobos en 2029. Las misiones emblemáticas de múltiples agencias espaciales en la década de 2020 podrían finalmente proporcionar una respuesta sobre la gran incógnita de la existencia de vida en Marte. ¿Serán sus lunas la llave para resolver el misterio?

Referencia

Searching for life on Mars and its moons. Ryuki Hyodo and Tomohiro Usui. Science (2021).DOI:https://doi.org/10.1126/science.abj1512

Foto: imagen de Phobos, una de las lunas de Marte. Crédito: MRO / NASA.

Video: discusión en torno a por qué sería mejor enviar humanos primero a las lunas de Marte. Crédito: Fraser Cain / YouTube.