Ecología del fuego

Los peores incendios forestales están por venir, advierten los científicos

Representan una amenaza especialmente para Canarias, con potenciales fuegos devastadores simultáneos en varias islas

Un helicóptero trabaja en la extinción del incendio forestal de Tenerife

Un helicóptero trabaja en la extinción del incendio forestal de Tenerife / Europa Press

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Los peores incendios forestales están por venir en España y representan una amenaza apocalíptica para Canarias, expuesta a megaincendios que pueden surgir simultáneamente en varias islas al mismo tiempo que en el territorio continental de España. Hay soluciones que requieren cambios profundos, tanto en el modelo territorial como en la concienciación social, destacan los científicos.

Los peores incendios forestales en España están todavía por venir, advierten los científicos, que plantean la necesidad de cambios profundos en el modelo territorial para reducir los riesgos y convertir la amenaza en una oportunidad para armonizar mejor nuestra relación con la naturaleza.

El último aviso de esta amenaza ha sido formulado por más de 5.000 profesionales de Canarias, de las ramas de la ingeniería forestal, la ingeniería agrícola, veterinaria, la agricultura y la ganadería, que se han adherido a una iniciativa de la Asociación de Forestales de España en Canarias (PROFOR Canarias).

Polvorín canario

En un Manifiesto difundido hoy, estos profesionales advierten que el archipiélago canario es un polvorín expuesto a megaincendios forestales que pueden desencadenarse simultáneamente en varias islas, algunas de ellas densamente pobladas como son Gran Canaria, Tenerife y La Palma.

La progresión de esta amenaza es patente: en agosto de 2019 en Gran Canaria, la vida y los hogares de más de 9.000 personas se vieron directamente amenazados por un incendio de 9.500 hectáreas.

En el incendio todavía vigente de Tenerife, han sido más de 12.000 las personas cuyos hogares se han visto directamente amenazados por un incendio que ha calcinado casi 15.000 hectáreas, explica el Manifiesto.

Lo peor está por llegar

El Manifiesto advierte asimismo que lo peor está por llegar a Canarias si no se actúa con rigor y rapidez, porque todavía no nos hemos enfrentado al peor escenario posible.

Señala que, en el actual incendio de Tenerife, la meteorología, sin ser favorable, podría haber sido aún más compleja, con vientos más fuertes y propagaciones más rápidas.

Recuerda al respecto el Manifiesto que este incendio consumió la mayor parte de sus 15.000 ha de perímetro en 5-6 días. Sin embargo, el gran incendio de Tenerife del 2007 consumió la misma superficie en solo 3 días, empujado por un viento de componente Este de más de 70 km/h.

Escenario plausible

Por otro lado, también podría haberse dado la situación de sufrir múltiples incendios simultáneos, dentro de Tenerife, en otras islas o incluso a nivel estatal, que habrían impedido contar con el ingente número de recursos, medios aéreos y efectivos con los que se ha podido contar, aportados por otros Cabildos, el Gobierno de Canarias o el Estado desde otras provincias.

Este escenario apocalíptico no puede descartarse en absoluto, tal como muestran las experiencias de otros países como Estados Unidos, Canadá o Grecia, porque el modelo territorial está provocando un incremento constante del combustible vegetal en el paisaje y que ello, unido a las condiciones climáticas propicias de Canarias, incrementadas por el cambio climático, generan el cóctel perfecto para el desarrollo de grandes incendios forestales, señala el Manifiesto.

Hay soluciones

Los expertos canarios plantean que para alejar la posibilidad de que estos terribles escenarios se multipliquen e intensifiquen en el futuro hay que ir al fondo del problema, que es cambiar el modelo territorial, porque la amenaza no se va a disipar porque se añadan más medios, más helicópteros o más aviones.

Lo que de verdad se necesita es contar con paisajes en los que se puedan apagar los incendios, señala el Manifiesto, añadiendo que el modelo de paisaje que se puede apagar es el paisaje mosaico.

Se trata de construir un paisaje en el que se intercalan diferentes usos del suelo y que, fundamentalmente, supone un nuevo modelo territorial en el que las acumulaciones de combustible disponible para arder están limitadas.

En este modelo, señala el Manifiesto, los usos agrícolas y la ganadería extensiva juegan un papel fundamental, para construir en las islas un paisaje mosaico regenerativo.

Concluye el Manifiesto señalando que, para alejar la amenaza de los incendios forestales en Canarias, no basta con intercalar estructuras menos inflamables con un uso agrario, sino también de impulsar modelos productivos regenerativos que contribuyan a la capacidad de la biodiversidad de regenerarse y a que nuestros ecosistemas naturales y seminaturales se adapten a los futuros escenarios climáticos.

Archivo - Arquivo - Imaxe de arquivo dun incendio en Galicia

Incendio forestal en Galicia / Carlos Castro - Europa Press - Archivo

Problema nacional

Este diagnóstico con recomendaciones no es el único que han realizado los científicos. El pasado junio se presentó simultáneamente en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en Montserrat (Barcelona) la “Declaración sobre la gestión de grandes incendios forestales en España”, un documento de consenso entre expertos de la comunidad de incendios forestales al que se han adherido 400 personas e instituciones.

Esta Declaración, promovida por la Fundación Pau Costa, especializada en la prevención y gestión de incendios forestales desde la perspectiva de la ecología del fuego, es el resultado de un proceso de reflexión que culminó en marzo pasado con la celebración en Madrid del Foro de debate y propuestas de acción para la gestión de los grandes incendios forestales en España, cuyos resultados son la base de la Declaración.

Según esta Declaración, España se enfrenta a un problema complejo que se agrava día a día con el cambio climático porque los incendios son cada vez más intensos y conllevan consecuencias ecológicas y sociales sin precedentes.

Ejemplo de ello son el gran incendio forestal en Castellón-Teruel a finales de marzo de 2023 o los incendios ocurridos en el verano de 2022 (Sierra de la Culebra, Navarra, Bejís, Vall d’Ebo y Sierra Calderona), añade.

En España, aunque la extensión de áreas quemadas no parece ir en aumento, los expertos observan menos focos, pero más grandes e intensos, lo cual los hace más peligrosos. Los expertos señalan que, con las actuales previsiones climáticas, el período de riesgo será cada vez mayor.

15 medidas

La Declaración de la Fundación Pau Costa recoge una propuesta de 15 puntos que inciden en la necesidad de poner el foco en la gestión del riesgo de incendio (prevención) sobre la extinción.

Señala que es necesario disponer de paisajes vivos, diversos, resistentes y resilientes a los grandes incendios forestales, tal como plantean también los expertos canarios.

Considera asimismo que es urgente gestionar anualmente, como mínimo, el 1% de la superficie forestal a escala nacional (260.000 ha) para preparar el territorio frente al paso de los grandes incendios forestales, priorizando zonas estratégicas de actuación, lo que supone destinar alrededor de 1.000M €/año para gestionar el paisaje forestal a escala nacional.

Y advierte que la problemática de los grandes incendios forestales no puede abordarse con soluciones simples, basadas en creencias y mitos, ni desde discursos sesgados o incompletos. “Como sociedad, tenemos la responsabilidad de afrontar este reto”, enfatiza la Declaración.