Los 72 días de gloria de Willian José. El delantero brasileño de la UD se ha convertido en un reclamo ofensivo poderoso para escapar de las llamas del infierno. En los dos últimos meses, ha firmado los seis tantos que luce en su expediente para convertirse en el máximo realizador del cuadro de Quique Setién. A los cinco goles de la competición doméstica (ante Betis, Levante (2), Celta de Vigo y FC Barcelona), cabe añadir el logrado en Anoeta ante la Real Sociedad en Copa del Rey.
Seis toneladas de pólvora de pólvora en 1.178 minutos en competición oficial -un tanto cada 196'-. En Liga, sus cinco dianas han llegado tras 818' en el césped (lo que deja una media de un gol cada 163).
En el último duelo ante el poderoso Barça de Luis Enrique -campeón de Liga, Copa, Champions y Mundial de Clubes-, aprovechó un taconazo de oro de Jonathan Viera para fusilar a Bravo con un tiro cruzado. Su gran obra maestra.
La última bala del pistolero brasileño y nuevo icono del fortín de Siete Palmas le ha catapultado a la fama. Ese sábado 20 de febrero, ante una audiencia potencial de 200 millones de televidentes -el duelo se retransmitió para todo el planeta a través de la señal de la Liga y de la productora Mediapro-, se presentó en sociedad. Ha pasado de ejecutor anónimo, a lucir el estandarte de la UD para besar la permanencia.
El rey del minuto 93
El pasado 3 de agosto era presentado como nueve amarillo en la sede de la Tropical. Llegaba cedido por el Club Deportivo Maldonado de la categoría de plata del fútbol uruguayo. En la 2014-15, logró diez tantos con el Real Zaragoza, tres a la UD en el playoff de ascenso a Primera. Con un solo encuentro en la máxima categoría con el Madrid -de la mano de Ancelotti-, su aterrizaje fue silencioso. La afición esperaba a Borja Bastón -que fue compañero de Willian en el Zaragoza- pero el delantero del Atlético de Madrid fichó por la SD Eibar. Y Willian tardó en romper el cascarón. Una eternidad.
Debutó de amarillo en la primera jornada ante el Atlético de Madrid a finales de agosto (10'). Con Paco Herrera nunca fue titular y llegaron las dudas. Un torrente de críticas. La destitución del arquitecto del ascenso -19 de octubre- y la llegada de Setién resultó una bendición para el de Porto Calvo. Católico practicante, la fe empezó a mover montañas. Se abrieron las puertas. El escaso bagaje ofensivo de Araujo -4 dianas en 1.535'- empujó a Willian a la primera línea de combate. De revulsivo a titular. Y ante el Betis, comenzó el festival atómico. Ese 12 de diciembre, ante los béticos, cambió su vida de forma radical. En el último suspiro del choque ante los verdiblancos, puso el balón en la escuadra y se vistió de ángel.
Liquidó al Betis y puso fin a la sequía. En su undécima participación de amarillo, llegó la liberación. El monarca del éxtasis dio a la UD una victoria portentosa. Luego batió a la Real en Copa, dos ante el Levante en Liga, y estiró su dictadura ante el Celta de Vigo, con otro gol agónico que brindó la victoria en el 93, y el último ante el gigante azulgrana.
El marqués de pólvora niega que batir a Bravo en el Gran Canaria fuese el gesto técnico de su vida. "No creo que fuese el gol de mi vida; pero fue muy importante. Llega en gran momento para mí en lo personal pero tenemos que continuar luchando. Pelear para ganar partidos".
Insiste que jugar bien abre puertas. "Hicimos un gran partido, pero el resultado nos dejó un poco tristes. Hicimos nuestro juego, logramos quitarle el balón al Barça. Ahora hay que trabajar duro para lo que resta".
Se quedó con la camiseta de Neymar, al que ve como el próximo Balón de Oro. "Ney' es el segundo jugador del mundo, después de Messi. De aquí a tres años, ya será el número uno del mundo. No tengo dudas", valora sobre el que fuese su compañero en las inferiores de Brasil.
Willian José no se considera el nuevo ídolo: "Quedan muchos partidos, solo estoy pensando en salir del descenso, que es lo más importante". Analiza la acción del taconazo: "Pensé que pitaría fuera de juego pero vi que Alba estaba en línea". Y llegó una obra de arte ante el ogro.
Ipurúa, próxima estación. Este viernes, toca resurrección. "Vamos a por los tres puntos, hemos jugado ya tres partidos ante el Eibar y hemos sacado cosas positivas -dos victorias". Es la voz del nuevo héroe.
