Un 99 %. Ese es el margen que, desde hace semanas, Quique Setién marcó como probabilidad de continuidad al ser interpelado, una vez sí y otra también, sobre su presencia en el banquillo de la Unión Deportiva Las Palmas la próxima temporada. En ese juego de porcentajes, ahora, aparece otro actor con la intención de desmontar el idilio entre el entrenador cántabro y el club amarillo. El Betis se ha colado por la ventana al aprovechar el 1 % restante que quedó en el aire en forma de duda para tentar al técnico. Y en esa nueva trama, la entidad de Heliópolis va en serio y Setién escucha con interés lo que le cuentan del nuevo proyecto verdiblanco.
Una figura aparece como clave en este enredo. Responde al nombre de Miguel Torrecilla, durante los últimos años ha ejercido como director deportivo del Real Club Celta de Vigo y esta semana será presentado en el Benito Villamarín como máximo responsable en materia de fútbol dentro de la institución que preside Ángel Haro. La apuesta del Betis por el ejecutivo salmantino, según apuntan desde Sevilla, genera confianza en Setién, que valora la posibilidad de dejar la Unión Deportiva para enrolarse en una nueva aventura.
La operación, a nivel económico, no trastoca ningún plan en las oficinas del Betis. Aunque Setién, por contrato, tiene asegurada la renovación en Las Palmas tras lograr la permanencia en Primera División, en el acuerdo entre el preparador santanderino y la entidad que preside Miguel Ángel Ramírez no se estipuló una cláusula de penalización pecuniaria en caso de que el técnico rompiera el trato de manera unilateral. Además, en comparación con anteriores inquilinos del banquillo local del Benito Villamarín, el club de Heliópolis reduce gastos.
La ficha de Pepe Mel, entrenador que el pasado curso devolvió al equipo verdiblanco a Primera División e inició la temporada actual en el banquillo local del Benito Villamarín -fue destituido en enero y sustituido por Juan Merino, técnico del filial del Betis-, rondaba el millón de euros, cifra que mengua en la proposición que el club de la Avenida de Las Palmeras considera trasladar a Setién -se fijará entre los 400.000 y 600.000 euros, informan desde Sevilla-.
Durante las últimas 24 horas el rumor que sitúa a Setién en el equipo verdiblanco creció como una bola de nieve. Desde algunos altavoces, incluso, se daba por cerrado su incorporación al equipo andaluz para el ejercicio 2016-17. La negociación, según admitieron ayer fuentes del Betis a LA PROVINCIA/DLP, no está finiquitada y sobre la mesa hay varios detalles que condicionan la operación, como la consideración al trabajo de Juan Merino al frente del conjunto andaluz en el tramo final del curso -no se oficializará nada hasta el final de la temporada- o la negativa a que Torrecilla incorpore a algunos profesionales de su confianza en el organigrama deportivo del club de Heliópolis.
Un regreso, la otra opción
En la búsqueda de entrenador para el Betis también ha trascendido la posibilidad de que Juande Ramos regresara al Benito Villamarín. El técnico manchego dirigió al equipo andaluz entre 2001 y 2002, después de otro ascenso a Primera División y logró colarlo en la Copa de la UEFA con futbolistas como Prats, Juanito, Capi, Ito, Denilson, Benjamín, Joaquín, Joao Tomás o Amato. Esa opción, sin embargo, se ha enfriado durante los últimos días por las pretensiones del entrenador, tanto económicas, como deportivas: ficha elevada y mando en plaza a la hora de confeccionar la plantilla.
En los primeros detalles que se han deslizado sobre los planes de Torrecilla para el Betis encaja a la perfección Setién: fútbol ofensivo y una plantilla corta. Sobre el primero de los requisitos, el que gira en torno a la pelota, el entrenador cántabro tiene pruebas objetivas sobre su buen trabajo en la hoja de servicios. Subió al Racing a Primera en 2002, logró que el mundo del balompié se fijara en el CD Lugo durante seis años -desde 2009 hasta 2015- y ahora ha sellado la permanencia en la élite de una Unión Deportiva a la que recogió moribunda en octubre. Y todo eso, más allá de los resultados, lo logró con un juego bonito.
La demanda de Torrecilla para dar forma a una plantilla corta figura también en las peticiones que Setién ha trasladado a la comisión deportiva de Las Palmas para el siguiente proyecto amarillo. "Quiero contar con gente de la casa, pero para llegar debemos dejar espacio abierto", admitió el entrenador cántabro la semana pasada en la radio oficial de la UD. "El problema del filial es que tuvimos muchos jugadores en la primera plantilla", añadió, "y me cuesta enviar a la grada a los profesionales". "Además, con los chavales hay cuestiones , cuando han venido al primer equipo, que les cuesta entender", puntualizó.
La medianoche del sábado, minutos después de la derrota ante el Granada CF en Los Cármenes, Setién ya fue cuestionado sobre el presunto interés del Betis por hacerse con sus servicios. Y su respuesta no sirve para despejar la incógnita que acompaña a la figura del entrenador durante las últimas horas. "No voy a salir al paso de todos los rumores", subrayó el técnico. "He repetido muchas veces cuál es mi situación", agregó, "así que no creo que haya que añadir mucho más. Queda concretar algunas cosas, pero no ha cambiado nada".
En este nuevo contexto, con el Betis al acecho, en la Unión Deportiva, su presidente -Miguel Ángel Ramírez- ya ha recalcado en varias ocasiones su deseo que contar con Setién en el nuevo proyecto, aunque también ha advertido que si el entrenador opta por abandonar la nave la maquinaria amarilla cuenta con plan B para reanudar la marcha con otro técnico.
