La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Misma idea, misma maña

Seis jornadas después, la UD se reencuentra con una victoria de penalti

Sergio Araujo, delantero de la UD Las Palmas, pelea un balón con el capitán del Eibar, Dani García. QUIQUE CURBELO

Cincuenta días después, la UD lo hizo igual. Casi dos meses después de la última victoria del cuadro amarillo, la UD calcó la manera de ganar. Lo hizo con su idea, inquebrantable pase lo que pase, pero también en su forma. Porque ayer contra el Eibar, el cuadro de Quique Setién, como hiciera hace seis jornadas frente al Málaga, ganó con un solitario gol a favor, obtenido de penalti -esta vez en el último minuto-. Misma idea y misma maña para llevarse a la boca tres puntos que se resistían demasiado.

Eso tres puntos que consiguió la UD le permiten acabar la jornada, pase lo que pase, a siete puntos de la quema. Un buen colchón cuando transcurren once jornadas de LaLiga. También valen para encontrar la senda del triunfo, un camino perdido desde hacía algún tiempo y que, aunque no inquietaba en la tabla por el buen inicio liguero -que aupó a la UD al liderato-, se veía como un derrochero de puntos si se atenía a calendario, rivales y mérito. La victoria, siempre bien recibida, reafirma en la mente de técnico, futbolistas, dirigentes y afición una idea que ha llevado Las Palmas a disfrutar con el balón. Y de paso, el triunfo también vale para encontrar un equilibrio emocional tras el desastre final en Villarreal y los fallos de Raúl Lizoain contra el Celta de Vigo en el último partido de LaLiga.

Los tres puntos sirven para mucho, incluso para tapar la falta de concreción del conjunto de Quique Setién en el partido ante el Eibar, al menos en ese momento de euforia tras el tanto de penalti de Jonathan Viera. La UD Las Palmas pisó más el área rival que el conjunto armero. Llegó con más peligro, sobre todo en la primera mitad cuando pudo desplegar su fútbol con notoriedad. Pero el cuadro amarillo mostró ayer una carencia de efectividad que casi le cuesta volver a dejarse un par de puntos en el casillero de la competición doméstica.

Setién, en un ejercicio de videncia, lo anunció hace meses. "Es cierto que mostramos una gran efectividad, pero tenemos que ser conscientes de que eso no se va a repetir siempre", confesó el cántabro después de la victoria en Mestalla ante el Valencia que abrió el torneo para la UD Las Palmas. Ayer fue uno de esos días donde los amarillos llegaron más y mejor que su rival, pero sin poder transformar en goles la superioridad que se veía sobre el terreno de juego del Gran Canaria. Un hecho difícil a la par que peligroso. El ejercicio de la UD, culminado con ese penalti en el descuento, pudo acabar embarrado con un reparto de puntos o incluso con una derrota.

Porque el Eibar llegó pocó, pero llegó bien, con dos ocasiones muy claras: el remate bajo palos que saca Dani Castellano a toque de Kike y un cabezazo de Sergi Enrich desviado. En medio, un par de acercamientos peligrosos que hicieron tambalear los cimientos de la defensa canaria. La UD, por su parte, se mostró como un martillo pilón: constante.

Otra semana más -y ya van tres de manera consecutiva-, Quique Setién le dio otra oportunidad a Sergio Araujo de reivindicarse. Su trabajo e implicación no tienen discusión, pero parece seguir divorciado del gol -aunque aún está fresco su tanto al Real Madrid, trascendental para el empate a dos tantos-. El delantero argentino ha perdido el duende. No lo encuentra a pesar de buscarlo. Un gran remate de cabeza al comienzo del partido se le marchó al poste.

Era el primer aviso del '10'. Si en la primera ocasión fue el palo quien negó a Araujo, en la segunda fue Lejenue el que lo hizo. Un buen pase de Boateng para que el argentino se plantara solo ante Riesgo fue desbaratado por el francés.

Sin reconciliación

Tenía ganas Araujo de volver a marcar. En la reanudación contó con tres ocasiones casi consecutivas. Prince -de nuevo- sirvió un buen balón desde la izquierda al que Araujo, falto de olfato para ir a matar antes al segundo palo, llegó demasiado forzado. Un minuto más tarde, Macedo sirvió otro buen centro al área con el mismo resultado. Araujo, por poco, no llegó al remate. Cinco minutos después, casi bate a Asier Riesgo con una buena volea desde fuera del área. Como la de los viejos tiempos, como la del Araujo de Segunda División.

Pero el argentino mostró otras virtudes además de su pelea y garra delante. Combinó bien, fue un desahogo por momentos e incordió con sus intentos de meterse en la línea de mediapuntas de la UD; en contra, apenas hubieron desmarque notables y su influencia en el área no se tradujo en lo tantos.

Setién optó por dar entrada a Marko Livaja en pro de reforzar su frente ofensivo, pero la idea del croata no cuajó. Esos minutos fueron los menos imponentes de la UD Las Palmas, que se atascó en su sala de máquinas y tampoco encontraba algo que llevarse a la boca arriba. Solo un penalti -que siembra tantas dudas como pudo hacerlo el de Roque a Sansone en El Madrigal- dio a los amarillos la oportunidad de transformar desde los once metros la superioridad que argumentaron en el césped: 1-0 y tres puntos sin ariete.

Compartir el artículo

stats